No hace mucho que en la Plaza Colón se erigieron dos pérgolas que además de hermosear el lugar, cumplen con la función para la cual fueron colocadas ya que a diario es posible observar a distintos jóvenes disfrutando del sitio.
La observación cotidiana del paseo público permitió detectar el deterioro producido en el piso de una de las pérgolas y al llegar a la cercanía puede observarse claramente que uno de los largueros que soporta el peso del enmaderado del piso se ha quebrado. La rotura de esa madera hizo que el piso perdiera su compostura y son varias las tablas que hoy se observan levantadas.
No requiere demasiada ciencia la reparación ya que solamente hay que reemplazar la madera rota, tarea que se puede hacer rápida y fácilmente y tras la cual la pérgola se vería tal como el primer día y, de paso, se evitarían los riesgos que ahora existen.
El Diario de Baradero
Comentarios de Facebook