Luego de su repentina salida del Ministerio de Seguridad que se dio en medio de los últimos cambios en el Gabinete, Sabina Frederic, regresará al Gobierno para estar al frente de los Cascos Blancos, organismo dedicado a diseñar y ejecutar políticas de asistencia humanitaria.

La ex funcionaria, que fue una de las que respaldó al presidente Alberto Fernández en medio de la crisis interna que se desató en el Frente de Todos luego de la derrota electoral del 12 de septiembre, ahora se hará cargo de una institución que depende del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, que conduce el ex jefe de Gabinete Santiago Cafiero, otro dirigente leal al mandatario nacional.

La ex ministra trabajará en las diferentes misiones humanitarias que se coordinan desde la Cancillería. Según pudo saber Infobae, uno de sus objetivos primordiales será bregar activamente por el acceso equitativo de vacunas para todos los países latinoamericanos. Además buscará establecer un mayor dinamismo con eje en la cooperación y participación de Argentina en la región.

Cascos Blancos desarrolla sus actividades con un modelo de trabajo basado en la cooperación, la solidaridad y la participación comunitaria. Como eje central de su accionar, encuentra en el Voluntariado el instrumento clave para llevar adelante sus actividades, acciones y proyectos.

De esta manera, Frederic se transforma en otra funcionaria que vuelve a ejercer un cargo tras los cambios en el Gabinete, igual que ocurrió con la ex secretaria de Comercio Interior, Paula Español, que dejó ese puesto en manos de Roberto Feletti y pasó a desempeñarse en el ámbito del Ministerio del Interior, que conduce Eduardo “Wado” de Pedro.

Frederic fue una de las primeras dirigentes en manifestarle su apoyo al jefe de Estado en medio de la tensión que durante días se mantuvo dentro del Frente de Todos por las diferencias entre el mandatario nacional y la titular del Senado.

La funcionaria fue reemplazada por Aníbal Fernández en el Ministerio de Seguridad (Télam)La funcionaria fue reemplazada por Aníbal Fernández en el Ministerio de Seguridad (Télam)

El conflicto se inició luego de que varios integrantes del Gobierno, todos cercanos a Cristina Kirchner, pusieran a disposición su renuncia pocos días después de que se conocieran los resultados de los comicios.

“Todo mi apoyo a Alberto Fernández, síntesis de la unidad popular para lograr el país que queremos. El Frente de Todos es la garantía para que la voluntad del pueblo expresada en 2019 sea una realidad”, comentó al respecto Frederic.

Perteneciente al Grupo Callao, el núcleo duro de Alberto Fernández, Frederic llegó al Gobierno el mismo día que el ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner juró al frente del Poder Poder Ejecutivo. Anteriormente, había sido funcionaria kirchnerista entre 2009 y 2011 en el Ministerio de Defensa bajo la conducción de Nilda Garré.

Licenciada en Antropóloga Social, hasta ese momento era profesora titular de la Universidad Nacional de Quilmes e investigadora independiente del CONICET. Además, fue directora del Departamento de Ciencias Sociales UNQ (2005-2008); subsecretaria de Formación del Ministerio de Defensa de la República Argentina (2009-2011) y directora del Doctorado en Ciencias Sociales y Humanas de la UNQ (2012-2015).

En mayo de 2018, Frederic firmó una solicitada llamada “contra la violencia institucional” que cuestionaba las acciones del entonces gobierno de Mauricio Macri en materia de seguridad. Junto a ella estamparon la rúbrica otras personalidades de varios ámbitos como Victoria Donda, Nilda Garré, Estela de Carlotto, Nora Cortiñas, Beatriz Sarlo, Juan Carlos Schmid, Horacio Verbitsky, Adolfo Pérez Esquivel y Juan Grabois, entre otros.

Allí se pedía “separación entre asuntos de defensa y asuntos de seguridad” porque puede tener “consecuencias graves tanto por la generación de violencia como por la degradación de las Fuerzas Armadas”. También “regular y limitar el uso de la fuerza policial” ya que “sostener que se debe investigar el uso de la fuerza y sancionarlo cuando no se ajusta a la legalidad implica sostener que el Estado debe cumplir con los estándares mínimos para la actuación de las policías en regímenes no autoritarios”.

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