A las palabras se las llevó el viento. A Guacone le alcanzó con cinco minutos… Sacó “dos cartas de la galera” y por primera vez en cinco años de gestión torció la votación de los concejales.
En la previa, todo hacía suponer que no se aprobaría la licencia del Intendente Guacone, se escucharon varias posiciones y argumentos, cuestionando su verdadero estado de salud y el cobro del sueldo.
Cada concejal, en su mayoría, fundamentó su postura, Baraibar, Macchia, Butti y Noseda, Mari, Quintana y Ramanzini habían adelantado su aprobación. El resto se iba a inclinar por la negativa originando un sinfín de especulaciones sobre a quién le tocaba ocupar el cargo máximo en el ejecutivo.
Pero como por arte de magia apareció una primera nota que el Asesor Letrado José Macchia le aceró al concejal Baraibar, donde Guacone habilitaba a su médico personal para que explique a los concejales cual es el real estado de salud. Se solicitó un cuarto intermedio y allí se trató la nota pero como si esto fuera poco, otra comunicación firmada por el mandatario agregaba que la licencia era sin goce de sueldo.
Automáticamente, los concejales que se oponían a la licencia dieron marcha atrás y en forma unánime levantaron la mano y rápidamente la licencia de Guacone fue aprobada.
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