
El llamado de una vecina de calle Liniers que observó a una mujer sentada en un banco de la vereda durante varias horas, alertó a la policía de una situación que ya habia llamado la atención en la mañana del sábado.
Una mujer mayor, que portaba dos bolsos permanecía vociferando y por momentos mostrando angustia por la situación en la que describía que había estado «secuestrada dos años» en un hogar de Baradero a donde la había llevado su propia familia. Eso mismo había referido a media mañana cuando llegó al Hospital con su relato y sin que mediaran acciones preventivas con personal especializado se permitió que se retirara del lugar para recalar luego en la comisaría donde se planteó la misma situación.
Cuando La Opinión tomó conocimiento tras el alerta de una persona que la vio deambulando por las calles céntricas no fue posible detectarla pero, por la noche, una vecina de calle Liniers entre Mitre y 25 de Mayo la divisó al atardecer en un banco que está ubicado en la vereda de una casa. Pasaron las horas y ya entrada la noche supuso que aguardaba a alguien que podía estar en el hotel ubicado frente a ese lugar pero luego concluyó que por el tono de voz y los reclamos de la mujer era necesario dar cuentas a las autoridades para que puedan protegerla. Así llamó a la comisaría desde donde llegó un patrullero que la derivó primero a la Comisaría de la Mujer desde donde luego de contactar a familiares fue derivada a Baradero sin que se sepa cuál es el diagnóstico y la situación que atravesaba.
La Opinión San Pedro
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