Hace largo tiempo, El Diario publicó una serie de notas anunciando que, en breve, una nueva calle se abriría junto a nuestra terminal de ómnibus. Tras una conversación con el arquitecto Ezequiel Lapadula, se anunció también que la calle se abría para darle mayor fluidez al tránsito de vehículos que llega a la terminal desde el centro de la ciudad y algunas ventajas más.
El entusiasmo inicial fue decayendo en la medida que transcurría el tiempo y todo no había pasado de romper el cordón de la vereda de calle San Martín para que la calle pudiera ser abierta sin ese obstáculo, pasar una motoniveladora marcando la nueva senda, pero nada más que eso. Tanto fue el lapso sin novedades que todo se fue olvidando y el pasto volvió a crecer sobre la traza marcada; pero, como bien sabemos «todo está guardado en la memoria» y es evidente que la idea persistió y ahora, aprovechando que se dispone de asfalto y máquinas viales, se reflotó el proyecto y, en verdad, más que eso, se ha puesto decididamente manos a a obra para concretarlo.
Otra vez ha sido marcada la traza de la nueva calle, que es una especie de prolongación de Belisario Roldán, ya que uno de sus extremos está ubicado precisamente frente a la bocacalle del cruce entre Avda. San Martín y Belisario Roldán como se muestra claramente en las fotos que acompañan estas líneas; y se dice «que es una especie de prolongación» porque la nueva calle no corre en forma paralelamente a, por ejemplo, el bulevar Ameghino como sí B. Roldán, sino que lo hace siguiendo la línea del edificio y andenes de la terminal, de manera que el otro extremo empalma con Malvinas Argentinas, que es la calle sobre la que se encuentra ubicada la terminal de ómnibus.
Por lo que se observa en esta ocasión la obra tendrá su pronta concreción por lo que dejará de ser un proyecto para transformarse en una realidad palpable. La nueva calle, como fue mencionado, traerá alivio al tránsito que se mueve en función de lo que genera la terminal de ómnibus, por lo que es una obra destinada a cubrir una necesidad y por lo tanto, bienvenida.
El Diario de Baradero
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