El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), que hasta el 31 de marzo se encargaba de fijar los precios de dicho producto, perdió esta potestad debido a un nuevo decreto impulsado por el presidente Javier Milei. ¿Será mejor o peor para los consumidores? 

Por ello, desde ahora, los productores decidirán si aceptan el precio establecido o no y a partir de este lunes 1 de abril quedará desregulado el precio de la yerba mate en todo el país.

Según indicó en Cadena 3 el titular de la Asociación Ruta de la Yerba Mate, Raúl Karabén, se espera que esta medida genere una «fuerte competencia» en los precios.

A su vez, Karabén expresó su opinión sobre este cambio: «Lamentablemente el Instituto de la Yerba Mate en los últimos tiempos se había politizado demasiado y trabajaban poco en defensa de los productores».

En cuanto a cómo podría afectar esto al consumidor final, Karabén cree que “la tendencia a desregular va a ser quizás positiva para el consumidor porque va a obligar a competir más y competir más significa bajar un poco los precios». Y cerró: «Hay que ajustar los costos”.

Este lunes primero de abril comienza la cosecha gruesa de la hoja verde y se oficializa la desregulación del precio de la yerba mate después de 22 años.

Yerba mate: precios y costos

Hasta este momento, el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) había sido responsable de fijar los valores para el precio de la hoja verde. Sin embargo, a partir de este día, los productores se enfrentan a la decisión de aceptar este precio establecido o abstenerse de cortar hoja verde, esperando mejores condiciones de mercado.

La desregulación es consecuencia de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) impulsado por Javier Milei, que retira al INYM la facultad de fijar precios, anticipando una competencia intensa en términos de precios en el sector.

La producción de hoja verde en los primeros meses de este año alcanzó su nivel máximo en cuatro años, con 55 millones de kilos, según datos del INYM. Aunque típicamente los stocks tienen una duración de 8 a 9 meses, en ocasiones llegaron a los 12 meses, equivalentes al abastecimiento del mercado interno.

Está desregulación no se limita solo a la materia prima, sino que también impacta en la presión sobre las industrias para abastecer las góndolas con yerba a precios accesibles. Durante años, las empresas tuvieron que ofrecer productos a precios controlados por el gobierno.

El control de precios ya no corre más y las empresas volverán a competir por un mercado maduro. Esta competencia termina repercutiendo en el pequeño productor, ya que se espera que las industrias trasladen la puja de precios a menores valores pagados por la hoja verde.

Control sobre las grande marcas

En general, las marcas más grandes del mercado son las que cargaron con el mayor peso del control de precios. Durante el último gobierno de Cristina Kirchner, las grandes industrias se endeudaron para abastecer al mercado a precios baratos, comprando materia prima para reponer.

Luego esa deuda la tuvieron que refinanciar en épocas de Mauricio Macri donde las tasas de interés se dispararon por la política del entonces titular del Banco Central (BCRA), Adolfo Sturzenegger, el ideólogo del amplio DNU que desreguló la actividad yerbatera tras 22 años.

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