Estimados ciudadanos de Baradero nos dirigimos a ustedes a fin de aclarar algunas cuestiones y limpiar nuestro nombre que tan injustamente han querido ensuciar algunas personas que aparentemente la cultura y el arte le es interferencia en sus negocios.
En 2013 firmamos contrato por tres años con la comisión de la Sociedad Italiana, trabajamos 6 meses y la caída del cielo raso nos interrumpió la agenda cultural que teníamos.
Habíamos alquilado un teatro lleno de ratones, murciélagos, y tuvimos que sacar, cinco volquetes de suciedad. Realmente una locura.
Firmamos un contrato por un alquiler mensual que se incrementaba año a año y también una serie de abultados pagares que iban a ser devueltos de acuerdo a lo que íbamos invirtiendo en el lugar.
Entramos a un Teatro que no tenía trifásica y que su instalación eléctrica era de cables de tela.
El primer día invertimos una gran suma de dinero en todas las instalaciones eléctricas nuevas.
Todos decían que estábamos locos. Pero así somos los locos, con sueños por cumplir.
Recordamos que en la primera obra volaban los murciélagos por toda la sala, nos dio vergüenza la situación, hoy la recordamos como una anécdota graciosa, eso fue una semana después que habíamos firmado el contrato y nos pusimos mano a la obra.
Al pasar un mes me entero que la comisión de la Sociedad Italiana había cambiado sus integrantes.
Al poco tiempo Pelcha escucha una mañana desde la boletería del teatro que dos mujeres hablaban en la oficina lindante, eran Mirta la antigua secretaria de la sociedad Italiana y una escribana muy conocida de Bardero, hablaban de la construcción de un edificio en terrenos que daban a la parte posterior del escenario y a la salida de emergencia del teatro, acceso por el cual tendrían que entrar los transportes con sonido luces y actores y que nunca pudimos utilizar porque luego de lo sucedido (caída del cielo raso) los cerraron.
Volviendo al tema de la construcción de edificio, interrumpió la conversación y les dijo:
Que van a hacer? Van a construir un edificio? Se va a caer el techo del teatro. NOOO me dijeron titubeando ambas mujeres.. no pasa nada, está todo bien
Siguieron adelante con el plan, luego de la caída del cielorraso, me entero que el edificio que iban a construir y que luego construyeron estaba programado sobre la calle Sáenz, pero que un vecino por cuestiones obvias realizo un amparo Judicial para que no se lo hagan al lado de su casa y fue así que frenó el inicio de la construcción por lo cual viraron la construcción a espaldas del teatro con salida por calle Thames.
El día que nos hicimos cargo del teatro consultamos arquitectos para ver las mejoras que teníamos que hacer.
El 18 de noviembre a las 14 hs ingresamos al mismo y encontramos que la mitad del cielorraso se había desplomado, una tragedia con suerte ya que adentro no había nadie.
Con nosotros estaban algunas maestras que habían ido a buscar materiales que habían dejado de un acto que habían tenido días antes. Salía olor a gas ya que se habían decapitado lo caños que sostenían la antigua calefacción. Entramos igual, cerramos las llaves de paso y nos dirigimos como pudimos hasta el escenario, abrimos la salida de emergencia que da atrás y corroboramos que los encargados de la obra lindante habían hecho movimiento de suelo y compactación, cimientos del futuro edificio. Lo que le había anticipado antes en la secretaria a la en su momento secretaria y a la conocida Escribana “SUCEDIÓ”, Se cayó el cielorraso y con el nuestros sueños.
Hay documentación de arquitectos y escribano que avalan lo antes expuesto.
Pero como somos tercos, pusimos energía y hasta hicimos una nota con un movilero, donde dijimos, lo vamos a levantar de nuevo, vamos a seguir, nos quedaban dos años y medios de contrato.
Pedimos reuniones vía oral durante varios meses, sin respuesta. Hicimos una carta dirigida al entonces Presidente solicitando una reunión, y sin respuesta. Queríamos dialogar para entre todos buscarle la una solución, levantar el lugar y seguir trabajando, nada más que eso.
Y lo peor de todo es que cuando sucedió el hecho nos cambiaron la llave de ingreso al edificio y nosotros que éramos los inquilinos, con un contrato firmado, no podíamos entrar y no lo pudimos hacer durante 18 (dieciocho) meses.
Muchos ciudadanos se acercaron con iniciativas, se solidarizaron, pero desde la comisión de la Sociedad Italiana solo existió el silencio, no nos atendían ni el teléfono, nos esquivaban. Hasta que tomamos la resolución por vía legal, la cual tampoco respondían.
Solamente una vez los encontré, una estaban reunidos en su secretaria a la mañana, la ex secretaria, su marido , el presidente de entonces Walter, el empresario de los edificios, dije todo lo que me parecía y en un momento le pregunte a la entonces secretaria,Te dije o no te dije que si construían se caía el cielorraso?. No contestaba, insistí en la pregunta y casi con lágrimas en los ojos me dijo SI….SI, es verdad….
Lo único que me dijeron las autoridades de la comisión en todo ese tiempo fue:
Entregame la llave y ándate
No olvidemos que tenía contrato por tres años y solo habían pasado 6 meses que fueron de inversión de nuestra parte.
Pedimos una mediación del caso, y allá fuimos, estaban presentes el presidente, otro miembro de la comisión, el empresario y su abogado. Nuevamente me pidieron que me vaya y les de la llave del teatro.
A lo cual me reusé rotundamente y comencé a demostrar con papeles todo lo que iba narrando, que es lo mismo que estoy contando en esta carta.
En un cuarto intermedio recuerdo que vino la mediadora y me dijo quédate tranquilo no te pongas mal ya se va a solucionar todo.
Si, estaba muy mal, y ante la insistencia de que me vaya del teatro sin argumento alguno, obviamente no llegamos a ningún acuerdo.
Meses después, encontré de casualidad al empresario en el pullman del teatro, el cual me ofreció un año más de trabajo desde el momento en que arreglaran el cielorraso, nosotros queríamos dos años ya que el contrato era por tres y solo habíamos trabajado 6 meses.
A lo cual llegamos a acordar por un año y medio desde que entregaran el lugar en condiciones.
Por esa razón estuvieron obligados a arreglar lo que había caído, si no hubiéramos estado ahí para defender nuestros derechos, el teatro hoy estaría inutilizable y cerrado.
Volvimos a llenar la sala, a darle vida y a hacer feliz a todos que los que disfrutan de teatro, la música y la danza.
Hoy hace más de 6 meses que estamos solicitando una reunión con la comisión vía oral, y también por carta a las que ellos firmaron el recibido junto al proyecto anexado para seguir trabajando en el espacio, y recién el día 29/09/16, un día antes de la finalización del contrato recibimos respuesta negativa a nuestra solicitud. Es una vergüenza, y sobre todo una falta de respeto hacia todos nosotros.
No olvidemos que nos acompañaron todo este tiempo los talleres que funcionan durante la semana:
– Grupo de Danza Clásica Profesora Marisa Sergnese
– Grupo SUEÑO de Teatro Profesora Adriana Giannaday
– Grupo de Danza Contemporánea y Clàsica Profesora Marisa Balustro
Concurren más de 50 alumnos en total.
Todos ellos profes y alumnos también se quedan sin espacio de expresión cultural. Una lástima.
Hay material escrito, actas firmadas por escribanos, informes escritos de arquitectos y material fotográfico y fílmico que avalan todo lo antes expuesto. Si alguien desea verlo puede comunicarse con nosotros. También muchos más detalles que no podemos exponer en esta carta por motivos de la extensión de la misma.
Sin más los saluda muy atentamente todos los integrantes de la Cooperativa de Trabajo Cultural KULTRUM.
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