Heredó una candidatura que no esperaba, pero confía en hacer una buena performance; y hasta se permite bromear con un eslogan de campaña. En la previa de su lanzamiento oficial (jueves 9 de abril a las 16 en El Garage Argentino, ubicado en Mexico 334, Capital), realiza críticas a la alianza UCR-PRO y a quienes decidieron irse
-¿Usted es la tercera posición, la cuarta posición; qué es este espacio?
-Somos la única posición alternativa. Si algo nos caracteriza es que somos los únicos que vamos a ocupar un espacio vacante, como alternativa política, entre tres candidatos que aparecen hoy muy instalados, con mucho apoyo y muchos recursos, pero ubicados exactamente en un lugar de la pantalla donde disputan el mismo electorado, el mismo discurso, claramente conservador. Entre ellos y (Jorge) Altamira en el otro lado de la pantalla hay una vacancia enorme, muy ancha, que ocupamos nosotros teniendo dos ejes de convocatoria, que son la decencia y la igualdad. Dos cuestiones que, paradójicamente, no figuran en la agenda de prioridades de ninguno de esos candidatos tan instalados y tan taquilleros.
-¿Y cuál es la agenda de ellos?
-Ellos hablan de cualquier otra cosa, del republicanismo basado en un ámbito de buenos negocios para empresarios; la verdad es que tienen una mirada totalmente distinta de la nuestra. Por eso que nos sentimos muy tranquilos porque somos los únicos que expresamos esas ideas.
-En un país donde casi siempre se polariza, ¿hay lugar para esa posición intermedia?
-Si uno mira lo que ha venido pasando durante estos meses, (Daniel) Scioli, (Sergio) Massa y (Mauricio) Macri vienen teniendo una cantidad de apoyos, económicos sobre todo, mediáticos, de empresarios, una inversión tan obscena, y sin embargo no logran convencer. Ninguno pasa el veinte por ciento; entonces es evidente que algo está faltando si no logran convencer. A nosotros nos para la gente en la calle y nos dice: “No sé a quién votar, no tengo a quién votar”. Los tres son igualitos. Tiene que existir un espacio político socialdemócrata, que es lo que nosotros estamos expresando.
-Usted dijo: “No vamos a salir a cazar radicales como mariposas”, pero, sin duda, es parte del electorado de ese partido el que van a tratar de conquistar.
-Primero que nada respetamos la decisión que toman los demás partidos sobre su estrategia electoral. El radicalismo tomó la decisión de preservar espacios territoriales; nosotros no la compartimos, pero es la decisión de ellos y la respetamos. Muchos me dicen que nos vamos a beneficiar; a mí no me gusta el beneficio de buscar ra-dicales enojados con su partido. Me hubie-ra gustado que todo el partido radical siguiera estando dentro de este frente. No-sotros constituimos un frente el año pasado como radicalismo como actor principal y, sin embargo, terminaron borrando con el codo lo que escribieron con la mano. Nosotros ratificamos lo que firmamos en abril del año pasado.
-¿Por qué fracasó el FAUnen?
-Uno podría analizar muchas cuestiones. Tal vez una es que se presentó con demasiada anticipación; y aquí las cosas me parece que funcionan mucho más con la novedad, con el impacto de último momento, y no con las cosas tan elaboradas tanto tiempo. Lo otro es que el FAUnen estructuró una estrategia muy acotada en las cinco candidaturas. Una estrategia que, a veces, se resumía en la fotografía de los cinco candidatos. Y uno no puede pretender después avanzar en una convocatoria en la sociedad no haciéndola parte. Eso es algo que nosotros estamos mirando en este momento. No se puede decir “yo armo esto, éstos son los candidatos, ustedes vengan y aplaudan”.
-¿Y qué debieron hacer?
-Interpelar a la sociedad, convocarla, hacerla parte. No lo hizo, y también eso es motivo del fracaso. Sumado, obvio, a lo que es la razón principal: que algunos estaban firmando un acuerdo y en el mismo mo-mento salían a buscar atajos para un acuerdo con Macri. Los mismos actores que ha-bían firmado el frente UNEN se ocuparon de ir dinamitando este espacio cuando se sacaban fotos con los otros candidatos. Si este año solamente nos hubiéramos sacado fotos entre nosotros, solamente hubiéramos hablado entre nosotros, profundizado nuestros acuerdos en términos programáticos, hoy estaríamos igual o mejor que cualquiera de los otros candidatos.
-¿Se viene el eslogan “Florece una Margarita”?
-Sí, claro que sí (risas). No, no va a ser ése, pero que Margarita florece, seguro.
-En una conferencia dijo que había tiempo. No queda tanto tempo como para armar una estructura para competir en una elección nacional.
-No. Lo que hago es pedir tiempo porque estamos en un proceso recién iniciado. Yo trabajaba hasta hace un mes muy tranquila con la candidatura de (Hermes) Binner, incluso con la posibilidad de una fórmula conjunta con (Julio) Cobos. De repente ocurrieron estos acontecimientos, y recién estamos intentando armar, convocar gente, dialogar. Pido tiempo en eso porque a veces siento que hay ansiedad para que tengamos cosas definidas que se irán dando en los próximos días.
-¿Binner le sacó el cuerpo?
-No. Binner demostró, con mucha grandeza, generosidad e inteligencia, que después de enero en la Argentina había que volver a discutir las cosas. Hay una Argentina diferente post Nisman. Y también la liquidación del UNEN obligaba a que se dicutieran de nuevo las cosas. Binner puso su lugar a disposición, dijo que había que volver a discutir las cosas e hizo la propuesta para que yo estuviera. Otros dirigentes terminaron yendo a acompañar a Macri. Me parece que lo más maduro y responsable fue lo de Binner.
Latecla.info
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