Previo a la temporada de verano, los empresarios y productores ya muestran preocupación por la caída en los números de la recaudación. La baja en la asistencia de espectadores de 2015 a este año, fue de un 32 por ciento, y la oferta de funciones, en el mismo periodo, bajó un 16 por ciento.
Sumando la disminución en la venta de entradas y los costos inflacionarios para la producción, las obras obtuvieron un 50 por ciento menos de ganancia que el año pasado. En 2011 se dio la mayor asistencia de los últimos años con 3 millones de espectadores, cifra que se mantuvo hasta 2015, no así este año donde se marco una notable baja de concurrencia, según los datos aportados por el diario La Nación.
Carlos Rottemberg, uno de los más destacados productores y dueños de salas, anticipa que este verano»será una temporada cauta, porque abrir es más caro que cerrar». Otro de los que habló con el diario es Sebastián Blutrach, presidente de Aadet (Asociación Argentina de Empresarios Teatrales), quien justifica la caída de las ventas por la crisis económica «cuando la gente tiene menos plata en el bolsillo limita la cultura, el ocio y el entretenimiento, y privilegia el supermercado, la salud y la educación».
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