Se trata de un escándalo sin precedentes. Maximiliano Ramos está prófugo y acusado de haber secuestrado un joven de 30 años, quien recibió golpizas, estuvo sin agua ni comida y fue abusado por varias personas. La familia de la víctima señalan al sospechoso como «líder de una mafia» que incluye policías. «Es un Pablo Escobar de la zona que distribuye droga en San Pedro y Baradero». Recordaron que ya había atentado contra un concejal.

El impactante caso tiene lugar en el muncipio bonaerense de San Pedro. La Justicia investiga un caso caratulado como «abuso sexual gravemente ultrajante» y «privación ilegítima de la libertad» que tiene como víctimas por un lado a un joven de 30 años que fue abusado sexualmente tras permanecer en cautiverio y a un abogado de 54 años al que le robaron un arma y un celular, todo relacionado con presuntas deudas por drogas.

Todo comenzó para la Justicia cuando el sábado un reconocido abogado de 54 años llamó a la Policía para denunciar que un efectivo de la DDI y otro joven al que identificó como Maximiliano Ramos le habían robado un arma y el celular.  Además, en su casa estaba un muchacho de 30 años que había llegado, enviado por los otros dos, con una bala a nombre de su hijo por presuntas deudas relacionadas con drogas.

Ese joven de 30 años denunció que estuvo en cautiverio en una vivienda ubicada en Rivadavia 1665 entre el jueves y el sábado, y que lo liberaron para que entregue el mensaje al abogado. Estaba golpeado y aseguró que habían abusado sexualmente de él. El relato que dejó asentado ante la Justicia señala que lo ataron en un patio y que le introdujeron elementos contundentes en el cuerpo.

Franco, el hermano del joven abusado, contó: «Mi hermano está internado y ya está fuera de peligro, sé que está custodiado por el personal de Prefectura, está en estado de shock por todo lo que pasó». Durante la nota, denunció amenazas por parte de Maximiliano Ramos, uno de los involucrados, a quien sindicó como el «líder de una banda que se dedica a la venta de drogas” en San Pedro y Baradero.

«Por lo que sé estuvo cuatro o cinco días en cautiverio», dijo el hermano de la víctima ante nuestros micrófonos. Y aseguró: “Sé quiénes fueron, los conozco a todos».  «Todo esto se armó para darle una lección a alguien que no paga», dijo y describió a Ramos como «un Pablo Escobar sampedrino», porque «él es el que abastece a todas estas personas que estaban ahí, todos consumidores y vendedores».

«Tengo un poco de miedo, más que nada por mi familia, están amenazados por Maximiliano Ramos, que es el lider de la banda», agregó Franco. Y contó que en la semana había estado en contacto permanente con su hermano por un trabajo que había surgido para él en Arrecifes, pero que el jueves le mandó “un mensaje medio raro” en el que le dijo. «No estoy para nadie, después me comunico», lo que le llamó la atención.

El relato de Franco fue sorprendente: «Estamos hablando de un círculo mafioso bastante complotado y grande, convocado por Maximiliano Ramos. Lo conozco y sé lo que es capaz de hacer». Según el hermano de la víctima, su contacto con Ramos permitió evitar un desenlace peor. “Si yo no le hubiese mandado el mensaje para decirle que aparezca mi hermano, habría aparecido ahorcado como hizo con otros», advirtió.

El muchacho contó que su hermano recibió «golpes de puño”, que estuvo «sin comer, sin agua» y que fue «abusado por varias personas», en una vivienda donde -según explicó- residía Lucas Ramos, hermano de Maximiliano y también acusado en la causa. «Esta es su manera de cobrar, es un tipo que está loco, denunció Franco, quien recordó que «ya había atentado contra un concejal de Baradero que salió hablar de él en el noticiero».

Por el caso están detenidos Lucas Ramos -el hermano de Maximiliano- e Isaías Luppi, y en las últimas horas también cayó el policía Carlos Devito, quien permanecía prófugo. Se trata de un exboxeador, formado en la camada sampedrina de la Policía Local, pasó luego a Baradero y a otras dependencias, hasta que en medio de licencias psiquiátricas recaló en la Sub DDI Baradero – San Pedro.

En tanto, los investigadores siguen buscando al principal sospechoso, Maximiliano Ramos, quien aún permanece prófugo. La causa a cargo de la fiscala María del Valle Viviani quedó caratulada como «abuso sexual gravemente ultrajante y privación ilegítima de la libertad». Los testimonios recogidos por la Justicia son de un tenor inusitado, dignos de una serie de narcos, con aprietes, torturas y vejámenes a quienes no pagan las drogas.

lanoticia1

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