Con sus flamantes 90 (los cumplió el 20 de diciembre), Luis Peretti hace uno de esos recorridos todos los días de lunes a sábados, para hacerle honor a una pasión que le viene desde los 14 años y le transmitió a su hijo Oscar y a su nieto Leonardo.
Veroniquense de toda la vida, Luis compró su primera bicicleta en el “Bazar El Dorado”, de Rodolfo “Polo” Márquez, ubicado sobre la calle 22 (después, ya como Bazar Márquez, se mudaría a la calle 27 entre 30 y 32).
“Yo no tenía bicicleta ni plata, y Polo en su negocio tenía dos bicicletas media carrera francesas para vender; así que me dijo: ´llevate una y me la pagás como podés´; y eso hice, y así tuve mi primer bicicleta… y ahí nomas me hice ciclista para toda la vida”, cuenta Luis durante una entrevista con El Colono.
Años después Luis corría ya con su “Genial Lucifer”, también francesa, en carreras que se hacían en Verónica (el circuito era alrededor de la estación de ferrocarril), Bavio y Magdalena; a la vez que participaba de la “Doble Magdalena”, una competencia organizada por la histórica Bicicletería Bardot (ubicada sobre la calle 28 de Verónica), que unía esta localidad con Magdalena ida y vuelta a través de las rutas 36 y 20.
Pero no todo fue correr para Luis, ya que también fue presidente de la subcomisión de ciclismo del Club Verónica e integrante de la comisión directiva de la entidad; a la vez que, en representación del Verde, fue miembro de la comisión de la Liga Regional Platense de Ciclismo, organizadora de los campeonatos regionales platenses, clasificatorios para los campeonatos argentinos de ciclismo.
Y hay más, porque en la década del 90 convenció a la Asociación Italo Argentina de Ciclismo para que una de las etapas de la “Vuelta de la Juventud”, a lo largo y ancho de la Provincia de Buenos Aires, fuera el trayecto La Pata-Verónica.
Como para eso la localidad debía hacerse cargo del alojamiento y la comida de los ciclistas, Luis hizo un sorteo personal entre las tres entidades a la que debía ofrecerles el proyecto: el Municipio, el Club Verónica, y el Club Juventud Unida; y el favorecido fue este último.
“El presidente de la subcomisión de ciclismo era el Vasco Olasaguirre, y el presidente del Club Pipi Rossi, así que les presenté la propuesta, y Pipi ni lo dudó y enseguida dijo que sí; así que no tuve necesidad de ver a la Municipalidad ni al Club Verónica. El Club Juventud consiguió alojamiento para los ciclistas en la Escuela Alemana y se hizo cargo de la comida para ellos y para sus asistentes; unas cien personas en total”, recuerda Luis; quien hoy en día sigue dando rienda suelta a su pasión por el ciclismo con sus 20 kilómetros diarios y sus juveniles 90 años. (InfoGEI)Jd
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