Todas las alternativas para tratar las odiadas «arañitas»

 

De esa forma se denominan a las pequeñas venas, que aparecen en las piernas en ramillete, de color rojas o azules violáceos o combinados. Los métodos más efectivos para optimizar el tratamiento

Arañitas vivices, telangiectasias, venitas, sinónimos usados para una manifestación visible de las venas de pequeño porte, en ramillete, de color rojas o azul violáceas o combinadas, que a veces no denotan ninguna patología ni sintomatología y pueden ser sólo la evidencia antiestética de las mismas .

Según el doctor Juan López Vargas (MN 133490) los más recomendados tratamientos son los que se realizan con esclerosantes (ADT, glicerina crómica u otras), los cuales «son inyectados a través de pequeñísimas agujas en forma líquida, de mouse o de espuma, estado que se consiguen a través de maniobras del cirujano, y que permiten un mayor y demorado contacto del principio activo del medicamento con las paredes de los vasos, efectivizando su accionar: irritación, inflamación, fibrosis, veno-oclusión».

El director de la Clínica López Vargas aseguró que con la aparición del láser se revolucionó el tratamiento, y estas telangiectasias «pasaron a ser tratadas con el láser diodo transdérmico».

Lo ideal es combinar los dos métodos aplicando la experiencia del cirujano para optimizar los efectos benéficos.

«Otras veces coexisten manifestaciones varicosas, es decir venas dilatadas que perdieron su función, y se manifiestan como cordones gruesos de color azul, que a veces sobrepasa la superficie cutánea, dispuestos en forma irregular, acompañadas o no de sintomatología», explicó el especialista, quien destacó que en esos casos ya existe una patología y se debe investigar para establecer un diagnóstico de certeza que permita elaborar una estrategia de tratamiento.

Así, además del examen clínico propio de la consulta médica es necesario un estudio llamado ecodoppler color del sistema venoso superficial y profundo de ambas extremidades inferiores.

«Para entender –puntualizó López Vargas- debemos imaginar que existen dos sistemas: el profundo (Vena Femoral), más importante, que no se ve, que es el funcional propiamente dicho y generalmente no se opera, y que de ser necesario requeriría un tratamiento más severo y especifico. Y el superficial (Venas Safenas) que es el visible, prescindible (o sea puede extraerse sin consecuencias), siendo el responsable de las manifestaciones antiestéticas que tanto nos preocupan».

En ese sentido, el profundo tiene una presión mayor que el superficial, y que existen algunas comunicaciones entre los mismos, pero con contención (válvula que no permite el reflujo).

Arriba, en la ingle, donde el superficial se une al profundo se encuentra una válvula (Válvula Ostial), que impide que la presión mayor del profundo sobrecargue al superficial.

El estudio ecodoppler manifestará si existen dilataciones venosas, si la válvula ostial está continente y si hay comunicantes incontinentes entre los sistemas.

A través de este estudio se podrá llegar a la conclusión de qué estrategia usar, o si combinar varias de las mismas.

Los tratamientos

Tratamiento combinado de láser transdérmico y terapia esclerosante. Habitualmente las sesiones duran de una hora a una hora y media y sería por lo menos 10 sesiones mínimamente necesarias para evidenciar un buen resultado.

Tratamiento de las venas varicosas de pequeño y medio calibre con microcirugías ambulatorias con anestesia local.

Tratamiento de los grandes vasos: con cirugía tradicional, la cual ya no se utiliza demasiado por considerarla cruenta porque deja secuelas (ya que daña los nervios sensitivos) y es tortuoso el postoperatorio. La otra alternativa es la cirugía láser endoluminal ecoguiada, una técnica de última generación, que a través de una aguja que se introduce dentro de la safena en el tobillo se coloca una fibra que permite llevar la emisión láser a cualquier lugar del trayecto venoso tratándolo efectivamente sin secuelas, siempre auxiliado por el ecodoppler incorporado. Es de una recuperación inmediata.

«La patología venosa es progresiva e inexorable, podemos tratar las causas principales pero la predisposición de hacer procesos varicosos y telangiectasias son inevitables cuando existe una predisposición hereditaria familiar», finalizó el profesional.