El Manifiesto del Partido Comunista, famoso texto de Karl Marx, comienza con las palabras del título, aunque en este caso donde se lee Baradero en el original dice Europa. De todas maneras, sirve para explicar qué está pasando en la ciudad en la cual vivimos que, como por arte de prestidigitación, se vio azotada en pocos días por pérdidas de puestos de trabajo concretas y amenazas de otras.
Los vecinos comentan, con fundada preocupación, que la vida comienza a ser complicada en una localidad acostumbrada a vivir sin mayores sobresaltos.
La voz de alerta la dio Germaíz cuando decidió parar su producción dejando literalmente en la calle a su personal que, en casos, prestaron esforzados y comprometidos servicios a la empresa durante largos años.
Cuando no se habían acallado los ecos de semejante noticia, Atanor, la más antigua industria de nuestro, colocó un papelito en sus puertas anunciando que cerraba su planta de Baradero comunicando tamaña decisión a su personal de la manera referida.
Brasil Foods (BRF), conocida entre la población como «Paty», también pasa por momentos difíciles y lo mismo argumenta la curtiembre Donto.
La gota que rebasó el vaso fue lo sucedido en Ingredion, empresa símbolo de la ciudad y a la que se ha considerado siempre una industria «segura» en el sentido de que no la afectan las crisis que generalmente sí lo hacen con las otras. Sin embargo, la firma solicitó su proceso preventivo de crisis que ya le fue aceptado por la autoridad competente. Si el camino continúa como se prevé, habrá despidos en Ingredion, alrededor de 60 se comenta y un sombrío panorama parece haber elegido a Baradero para hacerse notar.
Hay que preguntarse, llegado este punto, ¿es Baradero una víctima solitaria sobre la que ha caído una desgracia o es parte de un proceso generalizado que afecta a todo nuestro país?
No cabe duda que se sufren las consecuencias de políticas adoptadas por el estado nacional que afectan de alguna forma a toda la población. La drástica caída del consumo interno, la importación indiscriminada, la suba de la tasa de interés bancaria a cifras siderales se combinan para afectar a las industrias radicadas en la Argentina provocando la situación que actualmente se vive.
No se trata, entonces, de una maldición que ha caído sobre Baradero sino de las consecuencias, por otra parte esperables, de malas decisiones políticas adoptadas por el gobierno nacional, que el provincial sostiene y que el local, le guste o no, representa.
La frase, completa y actualizada debiera ser: Un fantasma recorre la Argentina, el fantasma de la desocupación.
GM
Comentarios de Facebook