No son las mejores las veredas de Baradero y esto viene de larga data. Que lo digan si no las numerosas madres que deben transitarlas empujando carritos transportando a sus criaturas. Desniveles pronunciados, falta de baldosas, pozos y cuanto obstáculo imaginable suelen poblarlas. Eventualmente, como en este caso, se le suman algunas cosas que no resultan frecuentes pero que, en los últimos tiempos, a raíz de nuevas formas publicitarias, se presentan más a menudo.
El caso que ocupa la atención se verifica en la vereda de números pares de calle San Martín al 1000, precisamente frente a la gran vidriera del local próximo a la esquina de Santa María de Oro que está ahora vacío y que hasta hace pocas semanas ocupara una conocida casa de venta de artículos electrodomésticos.
Se trata de una base de hierro con cuatro bulones salientes que, utilizada como soporte de algún cartel, retirado éste ha quedado expuesta con imprevisibles consecuencias para quienes transiten por esa vereda.
Nuestro municipio debiera adoptar ciertas precauciones para que esto no suceda ya que frecuentemente los responsables de la colocación de carteles con base de soporte en la vereda, como en el caso que se trata, pareciera que una vez retirado el cartel quedan exentas aquéllas responsabilidades y no debe ser así. El cartel debe retirarse por completo, la base incluida, para evitar consecuencias desagradables.
El Diario de Baradero
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