Noche y madrugada de espera a las puertas de la ANSES
Quien haya pasado cerca de las oficinas de la ANSES local durante las últimas noches, quizás haya observado que un grupo de personas se encuentra a sentada o de pie como a la espera; El Diario las vio y mantuvo un diálogo con ellas.
Los que allí estaban explicaron que todos son vecinos que sufrieron desagradables consecuencias tras las lluvias últimas identificándose a sí mismos como «inundados». Agregaron que en ocasión de sufrir las consecuencias de las copiosas lluvias de días atrás, fueron «censados» por personal del municipio y que ahora, la ANSES les entregaría un subsidio para paliar las pérdidas sufridas. Hasta allí nada para reprochar, por el contrario, se trata de una medida de justicia para quienes han sufrido inconvenientes a causa de la desusada cantidad de lluvia. Los problemas, según pudo averiguar esta publicación, empiezan al instrumentarse la manera de entregar los mencionados subsidios.
La oficina local, muy probablemente por cuestiones de organización, entrega nada más que 40 números por día para la atención de estos vecinos que son bastante más que eso. La medida provocó de inmediato un inconveniente cual fue que los primeros 40 números se esfumaran restando numeroso vecinos reclamando lo que les correspondía para el día siguiente en el que ocurrió la misma cosa. Esto hizo que los interesados decidieran ir temprano a esperar que se abrieran las puertas de la oficina a lo que se le agregó un rumor que indica que los números se entregarían nada más que hasta mañana lo que hizo que la premura aumentara al igual que la tempranía de los que llegaron para esperar.
Cuando El Diario llegó a las puertas de la oficina, eran la 1:30 de la madrugada y, aunque no hacía frío, tampoco se trataba de una noche cálida. Bajo el toldo que formaban solamente las estrellas aguardaban, entre otros, dos mujeres ya mayores, una señora embarazada y otra mujer que estaba allí desde las 19 horas y que ya había pasado antes por la oficina pero, como al parecer le faltaba documentación, concurría de nuevo con los papeles reclamados y temerosa de no llegar en tiempo y perder sus derechos.
No obstante los esfuerzos hechos por El Diario, éste no pudo comunicarse con el jefe de la ANSES local para demandarle una explicación de lo que está ocurriendo, no obstante, sabiendo desde hace tiempo cuál es uno de los mayores inconvenientes de la oficina de la ANSES Baradero, es posible conjeturar que se está en presencia una vez más, de la falta de personal que desde que la ANSES tomara a su cargo nuevas funciones aqueja a la institución. La plantilla de empleados fue programada para realizar determinadas tareas pero hoy, cuando a la misma ANSES se le fueron agregando funciones pero no personal, ocurren cosas como las que se describen. Ya resulta innegable que la ANSES ha adquirido una importancia en la vida cotidiana de los argentinos que cada vez tiene mayor relevancia. Ya no solamente otorga jubilaciones, sino que también se ha transformado en una especie de organismo crediticio, la tarjeta Argento le ha sumado tareas al personal y los agentes atienden muchos más temas que hace unos años lo que en ocasiones provoca cosas desagradables, como en el caso de estos vecinos que deben permanecer la noche entera, a la intemperie, para retirar un número que les servirá para saber más o menos cuándo serán atendidos.
El Diario de Baradero
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