El bebé trasplantado del corazón que falleció en el mediodía del viernes en el Hospital Garrahan fue inhumado en su provincia de origen. Luego del traslado desde Buenos Aires se realizó un sepelio íntimo. Además, gran cantidad de personas se acercaron a los alrededores de la sala velatoria. El entierro fue realizado en un cementerio privado. Los padres de Renzo agradecieron el apoyo.
La despedida a Renzo Antonelli fue llevada a cabo en Corrientes. Aunque los padres del pequeño pretendían un velatorio íntimo, al lugar se acercaron decenas de vecinos conmovidos, con la intención dar el último adiós al pequeño de 2 años que falleció el viernes en el Hospital Garrahan tras estar varios meses conectado a un corazón artificial.
La ceremonia fue privada y sólo los familiares y amigos más allegados ingresaron a la sala velatoria. Afuera del lugar, decenas de personas se acercaron a la sala para para despedir al bebé que conmovió a todo el país. Tras el velatorio, los restos del pequeño fueron trasladados a un cementerio privado, donde fueron inhumados.
De acuerdo a lo que publica el medio local El Litoral, el padre de Renzo, Haroldo Antonelli, tuvo un altercado con algunos fotógrafos de medios locales y nacionales, que no respetaron el pedido familiar de mantener la distancia. Pese a la tensa situación, la familia salió a agradecer el acompañamiento que recibió durante la lucha de Renzo.
El bebé nació con una miocardiopatía congénita, estuvo conectado mucho tiempo a un corazón artificial y el último 2 de junio recibió el corazón de una nena de su misma edad, también correntina, que murió en un accidente de tránsito. Pero en los últimos días sufrió una serie de paros cardiorrespiratorios que finalmente le provocaron la muerte.
El papá de Renzo eligió que las palabras sean su manera de despedirse del pequeño que no logró ganarle la batalla a la enfermedad cardíaca congénita.
Horas después de la muerte del nene de dos años, Haroldo Salvatore publicó esta emotiva carta en la página publica de Facebook que se había creado cuando su hijo aún estaba internado en el Hospital Garrahan.
El mensaje, a continuación:
«Leoncito es mi momento de despedirme. Te fuiste cuando recién te vi llegar. Hace poco que estabas luchando. Tus ojitos parecían dos pequeños faros que alumbraban mi vida en ese momento. Tu carita resplandecía y tus manitas tan pequeñas me hacían sentir una gran ternura y mientras reflejabas una sonrisa tan hermosa en tu diminuto rostro que me llenaba del más grande y puro amor. Renzo así fui viéndote, tu salud era como una montaña rusa subía y nuevamente bajaba, no imaginas la alegría cuando supe que estabas mejorando del todo. Nunca pensé que terminaría así, cuando dos meses atrás estábamos todos felices por la llegada de tu corazón. Ya no veré una nueva sonrisa. Ya no te veré pequeño gigante. Te fuiste pero mirá cuantos amigos me dejaste, cuantos corazones despertaste. Ahora estas en un lugar más hermoso… al lado de quien te envió prestado a los brazos de tu mamá. Estas con otros angelitos que, como tú, vinieron a cumplir un propósito en esta vida… y sé que, desde allá arriba, velarás por los que te quisimos tanto y que siempre te recordaremos por que ahora eres un ángel más del cielo».
Lanoticia1.com
Foto: el litoral
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