El lunes 22, en una reunión con Capitanich, la ministra Giorgi y los intendentes de Baradero y Zárate con la comisión directiva del sindicato de químicos de Zárate -pero sin ninguna presencia patronal- se acordó el levantamiento transitorio de la huelga «por 30 días». Se rechazó el procedimiento preventivo de crisis iniciado en la provincia por TFL, ordenaron al gremio a «abstenerse de tomar medidas» y a las empresas a «no tomar represalias disciplinarias ni monetarias» con los trabajadores.
Tras doce días de una huelga general unánime de 3 mil químicos en solidaridad con los compañeros de TFL, amenazados con el cierre de la planta para convertirla en un depósito de importaciones, la situación se hacía insostenible para el gobierno y la patronal. Por otro lado, el ejemplo de un gremio que sale como un sólo hombre en defensa de los compañeros de una empresa es un antecedente peligroso para el propósito de los capitalistas, el gobierno y resto de los candidatos que plantean «salir de la crisis» mediante despidos, suspensiones, deterioro salarial y tarifazos.
El Estado fue el instrumento de las patronales para levantar el paro. A cambio del levantamiento, no hay ningún compromiso patronal de recuperar la producción abandonada hace meses. Hubo expresiones de descontento de los huelguistas: «el paro se levanta justo cuando los teníamos agarrados de las pelotas», se indignó un trabajador químico. Hay, además, preocupación por el pago de los días.
Los 3 compañeros jerárquicos de Atanor Baradero siguen sin entrar a la planta. La empresa desconoce al sindicato de jerárquicos químicos. Hoy por la mañana se labró un acta y se radicó la denuncia en el ministerio de trabajo de Zarate porque la patronal de atanor desconoce incluso la conciliación obligatoria.
El gobierno invoca a un «diálogo» con accionistas, quienes han dado sobradas muestras de su vocación de vaciar la planta. En oposición a ello, planteamos que el Estado intervenga las empresas, abra los libros, recomponga la producción bajo control de los trabajadores y prohíba temporalmente la importación del colorante para cueros. Esta salida requerirá de la lucha de los químicos y el apoyo del resto de la población trabajadora.
El ataque tiene un alcance sobre todo el movimiento obrero de la zona, donde los capitalistas quieren servirse de un cierre en TLF para avanzar contra las condiciones laborales en el resto de las fábricas. Es necesaria, por lo tanto, una respuesta de conjunto. Las empresas y el gobierno utilizarán las próximas semanas para maniobrar contra un retome de la lucha. Los obreros tenemos que prepararnos también. Somos partidarios de que se convoque a un congreso de delegados de base de todos los gremios para que discuta un plan de lucha único contra el ajuste. Los compañeros químicos deberían considerar la posibilidad de una ocupación general de empresas si persiste la ofensiva patronal.
Partido Obrero Baradero
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