
Un diácono de 52 años fue asesinado en su casa de Temperley. El cuerpo de Guillermo Luquín fue encontrado envuelto en sábanas y con al menos una herida cortante en el cuello.
El hecho fue descubierto cerca del mediodía del domingo, a raíz de un llamado al 911.
Fuentes policiales indicaron que el sobrino de la víctima, que estaba conviviendo con su tío desde hacía algunos días, fue quien encontró el cuerpo de Luquín sobre su cama.
Con respecto a cómo fue encontrada la escena del crimen hay algunas contradicciones. Los investigadores remarcaron que no observaron posibles signos de que haya habido un intento de robo en el lugar, pero desde la parroquia donde pertenecía la víctima indicaron a TN que la vivienda del diácono estaba “toda revuelta”.
El sobrino de Luquín informó que no faltaba ningún elemento en la vivienda y los peritos confirmaron que no hubo ingresos forzados a la propiedad. El expediente estaba inicialmente caratulado como “averiguación de causales de muerte” y luego como “homicidio”, y quedó a cargo del personal de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 del Departamento Judicial Lomas de Zamora.
A raíz del crimen, desde el Instituto Nuestra Señora del Carmen (INSC) de Lomas de Zamora informaron que “se decreta duelo el día de mañana”, por lo que “se suspenden las clases”.
“Los frailes y la comunidad educativa del colegio nos unimos al dolor de la familia de Guillermo y le damos gracias por todo lo que Guillermo realizó en el colegio y la Parroquia Nuestra Señora del Carmen“, indicó el establecimiento.
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