
En el bulevar Tomás Edison, en la mano que corre junto al playón de la estació y en cercanía de la esquina con Sánchez de Bustamante, existe un pozo cuyas dimensiones, en especial su profundidad y ubicación, constituyen un verdadero peligro para quienes circulan en moto o bicicleta por el lugar. Sucede que durante los días de lluvia, que últimamente son bastante frecuentes, el agua cubre todo el sector y el bache queda oculto a la vista.
Abundan los testimonios de los vecinos que aseguran que han sido varios los motocilistas y cilcistas, tanto hombres como mujeres, que han terminado con su humanidad por el piso, además de golpeados mojados, ya que resulta imposible advertir la presencia del pozo debido al hecho mencionado.
Sabemos que hay muchos pozos, pero este particularmente suma una serie de condiciones que ameritan una solución impostergable.
El Diario de Baradero
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