Formar en valores. De eso se trata.
Los jóvenes continuamente señalados por sus malas acciones deben recibir de sus mayores, guías espirituales, familia y educadores, ejemplos que los lleven a ser buenas personas.
Esta enseñanza se realiza con palabras, pero creemos firmemente, además, que son las acciones las que dejan huella.
Los alumnos de 3° año B del Instituto Santiago Ferrari compartieron con su catequista, Érica Ponce de León, una jornada recreativa con los niños del Hogar Baradero.
Ellos, los jóvenes, aprendieron sobre solidaridad, empatía y amor. Los más pequeños disfrutaron de un día especial que les dejó miles de sonrisas colgadas en el alma.
Ejemplos a seguir. Por y para una sociedad cada día más humana.
BTI
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