Los directivos y el equipo de Ayuda a Caballos Maltratados (ACMA) se encuentran en una situación desesperada. Después de 14 años de dedicación a los animales y la sociedad, la ONG enfrenta la amenaza de un posible cierre.
La organización, que depende del esfuerzo de voluntarios y la colaboración de padrinos, brinda asilo y cuidados a más de 200 caballos en las localidades de Alejandro Korn y Baradero.
Reconocida por el Senado de la Nación y declarada de interés municipal en San Vicente, ACMA, bajo la dirección del médico veterinario Ariel Corse, ha destacado por rescatar caballos maltratados, proporcionándoles una segunda oportunidad, especialmente a aquellos ancianos, heridos y sentenciados a muerte.
Sin embargo, el futuro de ACMA pende de un hilo debido a la imposibilidad de renovar el contrato del campo de 80 hectáreas en Baradero, donde se encuentra su santuario. El terreno fue vendido y se destinará a otro propósito, dejando a la organización en una situación crítica.
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