14 internos y tres efectivos del Servicio Penitenciario resultaron heridos esta madrugada, tras un violento episodio ocurrido en el pabellón siete de la Unidad N°41 del complejo carcelario local.
El hecho se produjo minutos antes de la una de la madrugada de hoy, cuando los reclusos intentaron tomar de rehén a uno de los uniformados, mientras se realizaba un recuento en una de las celdas. Según trascendió, los detenidos reclamaban condiciones de hacinamiento en el lugar “de tres metros por tres metros, con capacidad para seis personas, y en donde habría catorce presos”, explicaron fuentes del caso.
Entonces, se desató una batalla campal, donde los reclusos fueron heridos con balas de goma, y los guardia cárceles recibieron el ataque con palos, objetos cortantes y hasta bancos que les arrojaron, sufrieron golpes varios, y uno de ellos, un “puntazo” producido con un arma blanca tipo “tumbera”.
Entre los lesionados, figuran el Cabo Primero Jorge Marchissio, quien sufrió la herida producida con una faca, el Sargento José Torres, quien terminó con una fisura de costillas producto de los golpes, y el Oficial Adjuto Cristian Pasiulo, quien fue salvajemente golpeado con objetos contundentes, quedando su rostro desfigurado debido a las lesiones.
Según explicaron, la Unidad cuenta con capacidad para 450 detenidos, y en la actualidad habría más de 1000. Las primeras investigaciones dan cuenta que dada la situación, el ataque habría sido premeditado. También fuentes del Penal observaron que algunos de los reclusos alojados en el pabellón de mediana seguridad, no correspondían con el “perfil”, complicando así aún más la situación.
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Las cárceles son para castigo y reeducación. Pero no para tormentos.