
Un 20 de enero del año 1934 «vio la luz de este mundo» José Nicolás Querzoli quien, a poco andar, dejaría de ser conocido por sus nombres de pila para ser definitivamente «Zito».
Desde muy temprana edad «Zito» se caracterizó por su carácter, siempre alegre, festivo y propenso a las bromas y a la diversión, cosa que hizo que se convierta en un vecino característico de la ciudad y conocido por sus extravagancias, como cuando para festejar un campeonato de su amado Independiente de Avellaneda, al no encontrar un mortero adecuado y ante la emergencia, decidió arrojar las bombas de estruendo ¡con sus manos!
En épocas de auge del programa televisivo de Roberto Galán, el recordado «Si lo sabe cante», «Zito» replicó el formato en nuestra ciudad y, vestido de pantalón y camisa rojos, rodeado de jóvenes secretarias, subió al escenario montado en la planta alta del Club Sportivo su remedo local al que bautizó «Si se anima, cante», lo que constituyó un éxito rotundo y que, pasados 50 años ya, perdura en la memoria de muchos.
Llegó más tarde la época en que «Zito» se convirtió en el organizador de los corsos locales los que también lograron un éxito total siendo impulsor de algunas presentaciones que, pasado el tiempo, se tornaron habituales en casi todas partes.
Tan diversas fueron las ocupaciones de Querzoli que en ocasión de la filmación de un largometraje que tuvo lugar en nuestra ciudad, participó como actor extra protagonizando, justo él, a un policía.
Para muchos, lo que podría ser considerado como «la máxima», ocurrió en el año 1981 cuando la furia por ver a Diego Maradona con la camiseta de Boca, se difundió por todo el país. Por supuesto que allí estuvo «Zito» organizando excursiones a «La Bombonera» con viaje y entrada incluida que conseguía gracias a su amistad con «Quique» el carnicero, uno de los históricos de «La Doce». En uno de esos viajes, «Zito» decidió ir a la cancha de Boca vestido de gaucho, con bombachas blancas, botas negras, chaleco y sombrero. Bajó del colectivo y, cuando la muchedumbre marchaba con un mismo rumbo, hacia el estadio, «Zito» se propuso algo más insólito, se acercó a un agente de la Policía Federal y, muy respetuosamente le dijo más o menos esto: «Perdone agente pero, vio, no soy de acá… ¿me puede decir dónde queda la cancha de Boca?» En el mismo tono el policía le respondió: «Siga a la gente nomás».
El lunes 20 este hombre peculiar llegó a los 86 años y, fiel a lo que ha sido su vida, en horas de la tarde organizó su cumpleaños en la residencia geriátrica en la que se encuentra y allí hubo música, baile, cantantes y, no podía faltar, torta de cumpleaños con velas. La alegría que siempre rodeó a José Querzoli, también allí se hizo presente y «Zito» festejó sus 86 años rodeado del cariño de su hija, su yerno, hermanas, amigos y demás compañeros que vivieron un día distinto y especial.
G. M.
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