¿Qué le hace una mancha más al tigre? Con este refrán popular se intenta representar la situación de una persona que tiene tantos problemas que uno mas no lo afecta.
Que sobre la persona de Aldo Carossi han caído tantas manchas en este último tiempo, que juntas superan largamente el oscuro tizne que cubre las paredes del palacio municipal, no hay ninguna duda.
Y cuando todos pensamos “esta no la supera nadie”, aparece otra cuestión que por grave o escandalosa termina tapando a la cuestión anterior y así sucesivamente.
En la sesión del Honorable Concejo Deliberante de esta noche, una empleada municipal, Silvia Marcela Cristella, puso en conocimiento a los ediles que componen el cuerpo, de una desagradable situación que estaría viviendo en el ámbito laboral y que “tiene aspectos que pueden llegar a configurar el acoso sexual”, como ella misma escribe en la nota.
¿Quién es Silvia Marcela Cristella?
Silvia Marcela Cristella y su esposo conocido como “Beto” Minino, fueron denunciados en un medio de comunicación nacional, extrañamente nunca en la justicia, como instigadores e inclusive participes de los trágicos hechos sucedidos el 21 de marzo en el palacio municipal.
La justicia dirá que pasó dentro de las paredes del municipio entre Cristella y Carossi, digo bien la justicia, porque es la misma Cristella quien al finalizar la carta llama a las demás personas que estén en su misma situación para en conjunto realizar una denuncia penal, y como finaliza diciendo “no solo contra Carossi, si no también contra su entorno de ser necesario”.
¿Le hace mal una mancha más al tigre?
A continuación la denuncia textual presentada ante los concejales en la sesión ordinaria de anoche.
Sr .Pte. Del Honorable Concejo Deliberante
Dr. Marcelo Elmer
De mi consideración:
Atento a que como ediles de nuestra ciudad y representantes de los intereses e inquietudes de cada uno de los ciudadanos, de este municipio a fin de que los mismos nos desarrollemos aptamente para un mayor rendimiento y vocación de servicio, libres de hostigamiento, la suscripta, agente municipal CRISTELLA SILVIA MARCELA, D.N.I. N 20.016.786 , legajo N 841/1, quien presta servicios para este municipio desde el año 2001 ,primero como maestra jardinera en jardines rurales, luego como maestra en el Hogar del niño y más tarde como empleada en el sector rentas y posteriormente como abogado afectado al tratamiento extrajudicial de deudas, vengo por el presente ante tan Honorable Cuerpo y digo :
Que vengo a denunciar al Intendente Aldo Mario Carossi por HOSTIGAMIENTO Y ACOSO PERSONAL REITERADO Y PERSISTENTE sin soslayar aspectos que puedan llegar a configurar acoso sexual.
Que a mediados del año 2008 me presento en el despacho del Sr Intendente afín de hacerlo partícipe de un proyecto de recaudación extrajudicial en el área de rentas, siendo un nexo entre rentas y asesoría letrada. Que estando presente la Sra. Sartor la hace retirar. Que me atiende con mucha diligencia y familiaridad besándome la mejilla a pesar de no haber estado nunca en contacto conmigo, ya que solo lo había visto en los medios y una vez a fin de año y desde lejos cuando bajo a brindar con los empleados. Que me presta mucha atención mientras hablo. Que al finalizar le digo que quería trabajar con este proyecto y que lo único que pretendía era una modificación de la categoría, es decir, igual que los demás abogados, pero sin honorarios. Grande fue mi sorpresa cuando sus palabras, con una expresión muy agradable, fueron,…”está muy bueno, pero por qué vas a pretender sólo categoría, me extraña, sos abogada. Y seguidamente…fuiste a cenar alguna vez a Puerto Madero?” .Qué te parece si algún día de estos combinamos algo ,charlamos del proyecto y vemos como termina la noche?
Viste que acá no se puede hablar tranquilo, esto es un mundo de gente que entra y sale. ..”
A continuación añadió: comenzá a trabajar y lo vamos viendo. Continuó la charla un rato mas, me despidió con una sonrisa, otro beso y bajé las escaleras. Así es como comencé a trabajar, aún sin elementos, pero con mucho entusiasmo .No le di demasiada importancia a sus palabras ya que crezco de mojigatería, he trabajado entre personas de ambos sexos desde los quince años, aún hoy lo sigo haciendo y nunca he tenido problemas. En otro momento volví a subir para darle cuenta de los adelantos de las gestiones de la recaudación , con un amplio detalle del mismo y otra vez estaba solo en el despacho, nuevamente muy amable y diciendo “ y lo pensaste?.Obviamente, pasé por alto su pregunta e hice como que no escuché. A partir de ese momento su cara cambió y dejó de lado la amabilidad, es más, ni siquiera escuchó las cifras que le daba. Así es como desaparecí a los ojos del Sr Intendente para todo lo que tuviera que ver con lo laboral, nunca más me pudo atender, un expediente muy importante y urgente que le subía y que era para recaudar , lo tenía un mes, casi había que rogar para que lo pasara, hasta que directamente me cansaba y no insistía. Nunca me proveyó de una computadora para trabajar siempre trabajé en la computadora que me prestaba algún compañero o alguien que faltaba, el escritorio, cuatro latas viejas unidas por una bolsa de nylon, tuve que ir a buscarlo por mis propios medios a un galpón y peleárselo a una persona de su agrupación que no me lo quería dar, y si conseguía algún elemento de trabajo siempre fue solo por la amabilidad y deferencia de los compañeros de trabajo. El mencionado escritorio desapareció unos días después del 21 de marzo junto a la carpeta en que estaban todos los memos dirigidos al Sr Intendente, siendo que si estaban luego del incendio ya que lo vi cuando fui a limpiar junto a mis compañeros. Atento a las diferencias que existen entre el Intendente y mi cónyuge, y que son públicas y notorias para todo este Honorable Cuerpo ,es que siempre callé lo sucedido, evitando darle al tema mayor trascendencia y así continué ejerciendo mis labores con diligencia y entusiasmo como pueden dar fe las personas que me rodean. Así fue como callé cuando supe que ante un testigo presencial y en compañía de otro integrante del ejecutivo el Sr Intendente utilizó una expresión soez y descriptiva del acto sexual y relacionada a mi persona, pero atento al respeto que tan Honorable Cuerpo me merece, no puede ser reproducido en este ámbito pero sí en privado, ante quien corresponda y con la presencia del testigo referido. Así es como siempre he aceptado las reglas del juego de trabajar en un ámbito público, sabiendo que si uno no cedía a determinados requerimientos, por más que se preparase, nunca tendría oportunidades de crecer. Pero al día de la fecha la indiferencia se ha transformado en agresiones directas, reales, concretas, tales como: – acusaciones públicas, en infinidad de medios de comunicación y sin fundamento de haber participado junto a mi familia en la destrucción del palacio municipal.
-En la confección de presumarios y sumarios administrativos con causas inventadas por su mente y apoyados por empleados obsecuentes y temerosos de decir la verdad.
-En una vigilancia extrema de mis actos, traducida en presentar una autorización rubricada por la Directora del área y presentada ante el Dr del personal para ir desde las instalaciones del correo hacia el palacio municipal.
-Presentación de certificaciones del juzgado de paz o secretaría de trabajo donde se fije hora de entrada a una audiencia y hora de salida y que no se piden a ningún otro abogado del municipio.
-Acusaciones permanentes de ser quien brinda información a los medios de cualquier cosa que sucede dentro de las instalaciones y que son públicas y conocidas hasta para los proveedores o público que asiste a abonar sus tasas.
(cita) El autor Piñuel y Zabala define el perfil del acosador como un individuo con una personalidad psicopática, con alteración del sentido moral y ausencia de culpabilidad, cobarde, mentiroso compulsivo, con gran capacidad de improvisación, mediocre y con complejo de inferioridad, que además necesita el secreto ,la vergüenza de la víctima y los testigos mudos. Un mediocre inoperante activo (Mía, González Rivera)
Y considerando que el día de la fecha mi salud física y mental se ve afectada por todo este acoso, denominado en el ámbito del derecho como Mobbing , es decir, una serie de comportamientos vejatorios, molestias o situaciones negativas que tiene su centro en el ámbito laboral ,por acción de uno o más sujetos en relación con otro sujeto que como consecuencia de estas conductas ocasiona en este una mayor y creciente repulsión hacia el ambiente del trabajo mismo.
Y considerando que no sé cuál es el límite si es que lo tiene, el capricho insolente del Sr Intendente, en no permitirme trabajar sin presiones que es lo que corresponde, su afán de quebrar mi voluntad para que renuncie ,es que informo al HCD que no voy a permitir que el Sr Carossi, por mas cargo ,dinero e influencias que tenga ensucie mi legajo y me dignidad, delo único que soy poseedora después del esfuerzo de años, le he tolerado las habladurías de pasillo y los chismes inventado desde su entorno directo ,no le he dado trascendencia ya que los he tomado como tal, banalidades. Pero hoy, al llegar al extremo de verse afectada mi salud he iniciado querella criminal contra el Sr Intendente Aldo Carossi ante la Cámara penal de San Nicolás. Al día de la fecha estoy con una licencia médica afín de resguardar mi salud psicofísica y así es cómo con dinero que sale del bolsillo del pueblo me deberán seguir pagando el sueldo, aún sin presentarme a mi puesto, por los caprichos irrazonables del Sr Intendente.
Ofrezco toda la prueba que sea necesaria si este Concejo lo requiere, así como aprovecho la oportunidad para que todo otro empleado de carrera y que desea trabajar seriamente se acerque y denuncie los vejámenes a los que se ve sometido, atento a que no soy la única en padecerlos, afín de iniciarle una causa colectiva por daños y perjuicios por acoso laboral, tanto a él como a su entorno directo, de corresponder.
Esperando que este cuerpo tome las medidas que crea pertinente, aprovecho la oportunidad para saludar atte.
Dra. Silvia Marcela Cristella
Abogada
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