
Se va a cumplir un año de que Rivadavia no puede jugar en su cancha, desde aquella final por la Copa Federación donde el único pecado fue haber invadido la cancha para festejar con sus jugadores, allí se encontró con la intolerancia a la frustración de haber perdido una final de la parcialidad visitante que comenzó a arrojar proyectiles al campo de juego, luego hubo intercambios, algunas corridas hasta que llegó la calma. Sanción para el Fortín, hasta una nueva inspección del José Matías.

Vinieron pidieron algunos arreglos, se hicieron, se enviaron fotos, pero todavía la habilitación para jugar no vino. Mientras tanto, los muchachos de la estación deben pagar el alquiler si quieren jugar. Usted me dirá “Por algo debe ser” y yo le digo, estuve presente con Rivadavia en San Pedro, luego con Banfield en la ruta 41, y los muchachos del Fortín no comenzaron ningún disturbio. Ahora en la actualidad se les puede achacar que deben arreglar sus situaciones internas sin perjudicar al club, es cierto, pero nada hace presumir que estén un año jugando fuera de su cancha.
A continuación algunas fotos de los arreglos que están a la espera de una nueva y si dios quiere última visita del COPROSEDE.
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