Mi nombre es Carlos Gabriel Sabbatini, con domicilio en Arsenio Navarro 147 (2942) de la ciudad de Baradero, Prov. de Buenos Aires.
Mi Certificado Único de Discapacidad es el 124.383.
¿Por cuanto tiempo más voy a tener que esperar su respuesta respecto de mi petición de cumplimiento del cupo laboral reservado a las personas con discapacidad? ¿El Municipio lleva el Registro Especial que ordena la Ley? No, no lo lleva. ¿El municipio ha incorporado nuevo personal violando lo dispuesto por el SISTEMA DE PROTECCION INTEGRAL DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD? Puedo probar fehacientemente que sí.
¿Me va a hacer lo mismo que cuando necesite que firmará los papeles para conseguir el material quirúrgico de alto costo que tuve que conseguir por mi cuenta? Estuve dos años sin caminar, seguro que no se acuerda; sa carpeta estuvo dos meses en el escritorio de su Secretaria Privada y ni siquiera la leyeron.
Ahora puedo caminar, pero me quedaron secuelas de la última intervención quirúrgica. Solo utilizo un bastón de apoyo a veces. Existen multiplicidad de tareas que puedo desarrollar. Usted al no cumplir con la Ley me está excluyendo de la sociedad. Si Ud. es Cristiano, le recuerdo que para la Iglesia el trabajo es un derecho fundamental y un bien para el hombre; un bien útil, digno de él, porque es idóneo para expresar y acrecentar la dignidad humana.
Usted es Abogado y como tal no puede desconocer palmaria y manifiestamente el Sistema de Protección a las Personas con Discapacidad. En todos los organismos estatales y ONG en las que me asesore me aconsejaron realizar una demanda contencioso-administrativa para que sea la justicia la que me incorpore a la planta de empleados; otra por daños y perjuicios por los daños causados; una denuncia por incumplimiento de los deberes de Funcionario Público por desobedecer la Ley y una denuncia ante el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo por Discriminación. ¿Cuantas veces tengo que volver a enviarle notas o hacérselas llegar por conocidos? Hasta en eso fuí cuidadoso y mantuve esto reservado.
Cuando en los diversos organismos me preguntaban si Ud. pertenece al FPV, yo decía que sí y me contestaban que no parece.
Anteayer, por enésima vez, acerque otra petición a la Mesa de Entradas del Municipio.
Sr. Intendente, la Municipalidad no es suya (es del Pueblo) y Ud. no puede administrarla como cosa propia. El feudalismo termino hace muchos siglos.
Usted es quien me obliga a dar los siguientes pasos.
Estoy seguro que este escrito provocará en Ud. la ira y la soberbia con la que suele reaccionar ante estos problemas, en lugar de solucionarlos, me atacará, se defenderá con tecnicismos jurídicos, me tratará de loco, etc. no me importa.
Es mejor enfrentar los problemas y permanecer de pie, que vivir de rodillas.
Lo saluda atentamente:
SABBATINI CARLOS GABRIEL
[email protected]
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