
El desafío estaba ahí, a la vuelta de la esquina, ya me había inscripto, no había vuelta atrás. Todos decían “quedate tranqui que llegas” si, si decía yo… pero si no llego?.
El 13 de mayo se acercaba y los nervios crecían día a día, alguien me dijo tenés que estar bien hidratado, y comer antes hidratos de carbono, más teniendo en cuenta que por tu ritmo vas a estar dos horas corriendo…

Una docena de Powerade y fideos desde el jueves anterior a la competencia fueron los recaudos que tome para no quedarme sin nafta a mitad de camino. Francisco Calzone , mi entrenador, estaba tranquilo, claro!! Si el llegaba lo más bien!!
Algunos caramelos para el día de la competencia (Caramelos media hora, como los que come mi amigo El Alemán cuando sale a pedalear…), la música, el cardio, la gorra, las calzas, las medias sin costura, la remera con la que siempre entrene para que no lastime, la mirada al frente, los pasos largos, respirar profundo y soltar despacio, hidratarte en los puestos de agua, seguir la liebre que marca los 5.45 de promedio para terminar la competencia en dos horas aprox, muchas cosas juntas y en un momento crítico… pero Francisco me dice “Disfrutala” como si me hablara de la mejor porción de torta de la historia de la repostería Mundial, sentado en el living de mi casa.

Ya estaba todo en orden, la cuenta regresiva del reloj y la voz de Ronnie Arias que hacia el conteo para la largada, justo ahí me acuerdo que una semana atrás, Francisco mi entrenador me dijo… “yo corro con vos, te acompaño, cuando en realidad yo creía que él iba a correr su carrera y nos encontraríamos al final… al principio me dio seguridad, pero en el momento de la largada me preguntaba ¿tan mal me vio que no se anima a dejarme solo? Y ahí entró el pánico de nuevo, pero claro, ya Ronnie para esto iba por el 5,4,3,2,1 largaron……
Así fue que comenzamos a correr, y a partir de ese momento todo fue placer, verdaderamente lo estaba disfrutando, comenzaron a pasar los kilómetros y no me daba cuenta, totalmente distinto a un entrenamiento, en la carrera hay otra adrenalina, la gente por si sola te lleva y mis compañeros dos leones, Francisco Calzone y Sebastián Bernardi, me acompañaron durante los 21 km, ellos tranquilamente podrían haber realizado “Sus Carreras” pero eligieron no hacerlo y acompañarme, “se que es grosso correr al lado mío, pero tampoco quería arruinarles la prueba”, jjjajaja.

Seguimos, kilometro 10 y nada, estaba entero, por ahí lo vi pasar a mi “Amigo” Sergio Petruzelli, quien a pesar de que habíamos quedado en largar juntos, no lo hizo, largo más adelante y sacó un amplia ventaja que no pudimos descontar en toda la carrera, a pesar de que arrastraba un desgarro en una de sus piernas. Km 15, ahí me habían dicho que era el momento crítico!! Y me invadió la cabeza, necesito hidratarme, no importaba los más de 6 litros de powerade que había tomado los días previos, agarre agua en un puesto, enseguida vino el gatorade, después agua de nuevo, por las dudas agarraba todo, aunque era muy incomodo correr con siete botellas en la mano, así que empecé a descartar, ya faltaba poco 2 km nada más, Pancho me dice “Dale como ir hasta la rotonda y volver” a esa altura ya no le contestaba, porque todo me parecía muy loco, estaba terminando los 21 km algo que en mi vida hubiese soñado hacer. La gente aplaudía, nos alentaba, era todo muy lindo y no había cansancio, o mejor dicho si había pero el placer era mucho más importante a esa altura. La familia esperando, la medalla, Sergio esperando en la línea de llegada ( alguien me dijo que me recibió y abrazo antes de que pudiera pisar y poner el chip en la alfombra de llegada para que no marque y así sacarme más ventaja, ajjaja, pregunte por los otros chicos, me dijeron Alberto y Esteban, ya terminaron, se fueron a bañar, almorzaron, durmieron un ratito la siesta, y están llegando a Baradero… claro!! Si habían terminado la carrera en 1 hora 20 m y yo en 2 horas…. Jjaja. Después vinieron las fotos, el reencuentro con los chicos y lo mejor de la Media Maratón Adidas 21 Km, la Parillada Completa!!!!!
Bueno en realidad esta crónica con un poco de humor era para manifestar mi agradecimiento enorme a mi entrenador Francisco Calzone que en alguna otra vida debe haber sido “Mago” ya que logró conmigo algo impensado, por acompañarme junto a Sebastián durante todo el recorrido, por su dedicación , y profesionalismo y por sobre todo la PACIENCIA!!! A Sergio , compañero de trote!! A Luis, Hernán, Esteban, Carlitos, Alberto, Alejandra, Augusto, al Alemán, Juamba, Cristian, Esteban, Diego y a todos los que me dieron fuerzas, a todos muchas gracias!!
La próxima prometo hacerla en menos de dos horas….
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