Con relación a lo que le ocurrió en Baradero a mi hijo quiero relatar los hechos para no seguir generando confusión ya que los medios gráficos en los cuales pude leer las notas al respecto no nos han consultado a nosotros.
La rabia es una enfermedad que no tiene cura en ningún lugar del mundo pero que con tratamiento previo se puede prevenir. No es nuestro interés generar pánico ni mucho menos, simplemente entiendo que cuando uno vive situaciones como estas tiene la responsabilidad social de difundir información correcta y concreta que le sirva al resto de la población para estar atentos y saber qué hacer. Ese es el único objetivo. Vivo en Buenos Aires desde hace 20 años pero soy de Baradero, tengo a mi familia y amigos allí, y muchos de ustedes nos conocen.
El sábado 4 de enero a las 22, en la casa de mi tía Carmen Varanese (Darragueira y René Simón) un murciélago mordió en el dedo mayor de la mano izquierda de mi hijo mayor, Jerónimo. No fue dentro del auto. Puede haber venido en nuestro auto desde el campo o puede haber estado en la casa pero la realidad es que la mordedura y captura fue en la casa, no en el auto.
Enseguida trasladamos a Jerónimo al hospital municipal. La enfermera le hizo las curaciones y luego lo atendió al Dra. Grigoni. Le recetó un antibiótico y nos dijo que no tenía más vacunas pero que nos quedáramos tranquilos que Baradero no era zona de rabia. Le dijimos que de todos modos esa misma noche nos volveríamos a Buenos Aires y lo trataríamos a Jerónimo en el Hospital Durand donde ya había sido tratado hace unos años por la mordedura de un gato.
Vivimos en el barrio de Congreso, y ya habíamos tenido en 5 oportunidades murciélagos que se habían metido en nuestra casa, por lo que sabíamos perfectamente los pasos a seguir. Mi marido capturó al murciélago y lo metió en un recipiente cerrado y nos volvimos a Buenos Aires.
Ya en el Hospital Durand, el domingo 5, nos atendió el Dr. Ricardo Abello, infectólogo y veterinario (con estudios con murciélagos). Nos inició el tratamiento y nos pidió que lleváramos con urgencia el murciélago al Instituto de Zoonosis Luis Pasteur.
El lunes por la tarde una asistente social del Hospital Durand nos llama para avisarnos que el resultado del análisis de rabia del murciélago era positivo y que debíamos presentarnos al día siguiente a primera hora en el Hospital Durand.
El martes a primera hora nos llama el Dr.Aiazzi, Jefe de Bromatología de la municipalidad de Baradero diciéndonos que le habían avisado desde el centro de zoonosis de Avellaneda que el murciélago que habíamos llevado al Pasteur tenía rabia. Nos preguntó sobre cómo habían sucedido las cosas, nos recomendó hacer el tratamiento. También nos llamaron del gobierno de la ciudad de Buenos Aires para constatar los hechos y pedirnos información, y desde el Hospital Ramos Mejía, que nos corresponde por la zona en la que vivimos.
En el Durand nos atendió la Dra. Eugenia Langan, pediatra del hospital a cargo de nuestro caso. Se le inyectó gammaglobulina solo a mi hijo menor, Ulises, que era el único que no tenía tratamiento previo antirrábico. De todos modos, todos seguimos con el tratamiento con las 5 vacunas antirrábicas, y un posterior dosaje para chequear los anticuerpos.
Insisto, deseamos que se difunda la información fidedigna sin malentendidos ni malas intenciones, simplemente para que la población pueda tener las herramientas necesarias para no padecer el susto que nos tocó vivir a nosotros.
Muchas gracias a todos.
Paulina Cossi
DNI: 24.741.108
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