Luego de 28 años de trabajo, el pasado domingo 25 de mayo se inauguró la totalidad del santuario de María del Rosario de San Nicolás, en el marco de una celebración eucarística multitudinaria -como la que todos los meses ocurre para esta fecha-presidida por el obispo diocesano, monseñor Héctor Sabatino Cardelli.
Uno de los tantos devotos de la Virgen del Rosario, es el Ingeniero Hugo Lizzi, quien estuvo presente en esta celebración historica y nos contó parte de lo vivido el pasado domingo:
“La fiesta en realidad empezó la noche anterior con una vigilia, a las seis de la mañana fue el rosario de la Aurora, después de ahí en adelante hubo misas cada una hora, a las dos fue la adoración al santísimo con un paseo, hubo confesiones durante todo el día y la misa central fue a las tres de la tarde afuera, donde la imagen de la virgen de nuestra madre sale del templo y vuelve a entrar por la puerta principal del nuevo santuario y ahí queda como inaugurado y bendecido por el obispo y todos los sacerdotes presentes el nuevo santuario.
Asistió muchísima gente, la verdad que no sé porque no tuvo la difusión deseada, yo creo que como fue un 25 y normalmente ese día es donde van las peregrinaciones, donde la gente va a visitar a la virgen en ese día especial, tal vez pensaron que la gente que va frecuentemente se iba a enterar que creo que es lo que paso, igual hubo algunas publicaciones por facebook de la pagina que tienen donde figuraba el programa.
Los únicos padrinos del santuario son los fieles, porque esto fue realidad gracias al aporte de la gente, yo habré pasado hace un mes en una ida a Rosario por el santuario y la verdad que era imposible pensar que se iba a poder inaugurar, porque vos veías andamios, gente trabajando, era una cosa que parecía imposible, pero bueno son cosas de la virgen que salen adelante cuando ella quiere. La verdad es que vale la pena ir porque además se reparten muchas gracias y uno siente una energía especial.»
La piedra fundamental del santuario fue colocada por monseñor Domingo Salvador Castagna el 25 de septiembre de 1986, a tres años de la primera manifestación de la Santísima Virgen. Un año más tarde, el 13 de octubre de 1987, comenzaron las tareas de construcción en el predio del santuario por parte de la empresa constructora Gerlach & Campbell.
El 19 de marzo de 1989 se efectuó la habilitación de la primera etapa del santuario, que incluyó un sector de la nave central, el cuerpo delantero del templo sobre el nivel de la plata baja y la cripta anterior y posterior. De esta manera quedó habilitado provisoriamente para el culto.
El 2 de febrero de 1990 se inició la segunda etapa constructiva, que comprendía el sector bajo cúpula. El 16 de enero de 1999 se firmó un contrato con la empresa Obras y Sistemas, que se encargó de la terminación de la cúpula con cubierta de cobre e interior de hormigón armado.
El 1º de febrero de 2006 se firmó un contrato con las empresas Bautec y CMP, las cuales se encargaron de techar el ábside y los extremos del crucero, habilitándose provisoriamente para el culto el sector bajo cúpula el 20 de setiembre de 2008. Dichas empresas fueron las encargadas de efectuar las terminaciones tanto del sector bajo cúpula como del sector anterior del templo, que en abril de este año unificaron.
Milagrosa intervención del cielo
Aica publicó las palabras de Monseñor Cardelli quien recordó que María «lo sugirió y acompañó su crecimiento», mientras que «sus hijos escuchamos su pedido, porque sabíamos que ella como Dueña de casa no nos haría faltar nada». El obispo afirmó que la Virgen «pidió esta casa para convocarnos y para decirnos al alma que hagamos lo que Él nos diga», según consignó el diario local Norte
El obispo recordó que los devotos de María del Rosario tuvieron la gracia de escuchar a la Virgen insistir en la perseverancia de seguir a su Hijo, en este caso a través de Gladys Quiroga, a quien caracterizó como «su fiel transmisora».
«Este es un hecho irrefutable –aseguró-, una obra material que pone la firma a la milagrosa intervención del cielo sin la cual no hubiera sido posible. María firmó su promesa con este santuario y nosotros recogemos asombrados este gesto amoroso diciéndole que sí al Señor como lo hizo Ella en Nazaret aquel día que nos abrió las puertas de la casa del cielo anticipada y prefigurada con este santuario».
«Esta es la casa donde ella quiere encontrarse con sus hijos. Qué profundas resonancias se despiertan en nosotros cuando hablamos y recordamos que vamos a la casa de nuestra madre y también qué profundo dolor sentimos cuando la casa de mamá ya no existe o pasó a manos de otros que no son sus hijos. Pero Ella está y estará siempre esperándonos y podríamos añadir que sería triste no acudir o corresponder a esa espera», afirmó.
Mons. Cardelli sugirió que el santuario «se asemeja al útero materno donde se gesta la vida», porque «aquí nos vamos formando en criaturas nuevas y vamos creciendo en el amor que brota de su ternura maternal, que nos prodiga y que casi imperceptiblemente nos va transformando en testigos y mensajeros de tan magnífico don».
El obispo finalizó con una invitación a los peregrinos para ser misioneros y evangelizadores en sus lugares: «Cuando irradiamos lo que aquí recibimos nos convertimos en esa sal y esa luz de la que nos habla Jesús y muchos se sentirán llamados a venir a esta fuente de amor y de gracia para saciar su hambre de Dios y descubrirlo a Él como camino verdad y vida».
Fotos gentileza de Hugo Lizzi
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