“¿Qué miran ustedes? No son más que una patética banda de cretinos ¿Y saben por qué? Porque no tienen huevos para ser lo que quieren ser, necesitan de ciertas personas para poder señalarlas con el dedo, y decir, ése es el malo, y eso, ¿en que se convierten ustedes? ¿En los buenos? No son buenos. Simplemente saben esconderse, saben mentir, y su principal meta es «embarrar la cancha» e imponer un relato de la forma más artera posible y sin escrúpulo alguno.
Respeto de sobremanera al que opina distinto, el que da la cara, que se expone, que firma y refrenda sin ampararse en perfiles falsos solicitando respuestas.
Es típico observar comentarios con seudónimos en los portales para expresar posturas u opinar al respecto sobre temas o personas. Esta práctica demuestra la falta de compromiso, de valor, demuestra la mediocridad humana y la cobardía en una de las expresiones más clásicas de estas nuevas formas de comunicación. Estos personajes que se escudan utilizando esas formas de identificarse son en el fondo fracasados y construyen un mundo irreal donde ,con aires de monarcas, dictan verdades e intentan marcar la agenda de los demás aduciendo el relato desde un lugar que llenaría de envidia a los más acérrimos defensores del absolutismo monárquico de la edad media. No contentos con ello hasta dictan patrones de conducta, ética y moral a los demás mientras que lo que ellos defienden, o ellos mismos en algunos casos, no resistirían ningún tipo de archivo en una demostración patética de una lealtad mal entendida.
Esa negación permanente del fracaso individual o del colectivo al cual pertenecen los potencian para armar una contraofensiva que no repara en códigos ni se ajusta a la más mínima ética, y eso se nota fácilmente a la hora de expresarse a través de lo que escriben, cuando cada palabra, cada una de sus frases se transforman en un diente filoso de reptil cargado de veneno, salpicados de conceptos cargados con animosidad , muchas veces intentando de disfrazarlos de palabras amables que tienen por objeto ocultar su verdadero envoltorio de odio. En el fondo son seres inseguros y vulnerables, que como dije más arriba, han caído en un estrepitosa cascada de fracasos personales y colectivos y como ven el debate perdido acuden al desprestigio de quienes piensan distinto. Decía el humanista y filósofo francés Michel de Montaigne que el cobarde sólo amenaza cuando está a salvo, y es cierto , el anonimato o un perfil falso en una buena manera de creerse a salvo o en su defecto de instaurar la idea de la verdad absoluta vía forceps.
Luis Verdina
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