Ya hace un año de tu partida y ese día nos quedamos pensando que algunas personas jamás nos dejan, nunca se van por completo, aunque ya no estén. Su esencia queda, su voz se escucha, las sentimos sonreír. Esa sonrisa que transitaba las calles de nuestra ciudad y esos saludos que sembraban salud y alegría.
En casa todavía escuchamos el “clik” del llavero cuando entrabas, esos domingos familieros, los partidos del ciclón, los juegos con tus nietos, ni hablar cuando vemos imágenes de tu querida Mar del Plata, los mejores recuerdos, siempre estabas incondicionalmente para lo que necesitemos.
Somos conscientes de que esta partida es momentánea y por ellos te pedimos- donde estés- nos mande fortaleza para continuar con nuestras vidas, porque no queremos hundirnos en la tristeza de no verte, te amamos mucho, que en ese lugar desde el que nos mirás estés muy bien. Gracias por darnos tantas lecciones de vida, por hacer de nosotros mejores personas. Prometemos seguir tus enseñanzas y al vernos te sientas orgulloso de nosotros.
Algunos dicen que es el destino, otros la ley de la vida, pero la verdad es que solo Dios sabe lo que te EXTRAÑAMOS. Estamos súper ORGULLOSOS de vos pa, abuelo, amigo, cuervo, loco, 22, Montiyo… como te nombrábamos
Recordatorio para Daniel Montiglio
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