
Finalizada una de las incógnitas sobre quién ocuparía la embajada del país ibérico. Finalmente, será Ricardo Alfonsín, que al principio se negó a asumir en el cargo pero luego desde la Casa Rosada lograron torcer su decisión. El presidente argentino ya se lo informó al rey Felipe VI, y al jefe del gobierno local Pedro Sánchez.
“Mandaré el plácet el fin de semana”, les dijo el mandatario. El Rey le respondió que conoce al hijo del primer presidente de la democracia desde que eran chicos y, como dato de color, recordó que en el Palacio Real trabaja alguien que se llama Alfonsín.
La aceptación de “Ricardito” llegó en un buen momento, no sólo por el vínculo cultural entre ambas naciones, sino también porque se trata del segundo país con más inversiones en el nuestro, detrás de EE.UU.
Alfonsín hijo es un férreo crítico de la alianza que su partido, la UCR, realizó con el PRO y la Coalición Cívica antes de la llegada de Mauricio Macri al poder en 2015. Su perfil coincide con el que buscaba Alberto Fernández como embajador el país ibérico. “Queremos un político que muestre la apertura y el diálogo de nuestro gobierno”, dijeron altas fuentes del Gobierno semanas atrás.
Durante la danza de nombres para ese puesto, uno de los candidatos que sonó fuerte fue Emilio Monzó, otro dirigente que se mostró bastante en contra de la gestión de Cambiemos. El ex presidente de la Cámara de Diputados negó enfáticamente esa posibilidad, ya que está decidido a hacer política en la provincia de Buenos Aires.
También se lo postuló a Leandro Sigman (hijo del empresario Hugo Sigman), quien a través de voceros expresó que no le interesaba la posición; y Eduardo Duhalde, que por motivos de salud se negó.
Comentarios de Facebook