Murió cerca de la Nochebuena de 2002. Tenía 98 años y una vida dedicada a la actuación. Memorables tangos y milongas, inolvidables consejos y un ejemplo para las generaciones que siguieron hicieron de Tita Merello un símbolo.

La actriz y cantante sufrió un paro cardiorrespiratorio, en la tarde del 24 de diciembre de 2002, en la Fundación Favaloro, en la Capital Federal.

Estaba internada desde hacía varios años en la Fundación Favaloro.

En su cumpleaños 95 le dejó un mensaje a la gente: “A todos, gracias por creer que yo fui algo más de lo que soy”.

Desde el conventillo

Nació el 11 de octubre de 1904 en el barrio de San Telmo, en un conventillo ubicado en la esquina de Balcarce y San Lorenzo. Hija de madre uruguaya y padre argentino, fue bautizada como Ana Laura.

A los 4 años fue abandonada en un asilo, donde estuvo hasta los 10. Después marchó a Montevideo y más tarde vivió en Magdalena. Volvió a la Capital Federal y se instaló en una pensión de la calle Corrientes.

Llegó al cine y al teatro por unas palabras que la ofendieron, recordó. “Alguien me dijo: «Me voy a tener que desprender de los caballos o de las queridas’. Entonces yo le respondí: despréndete de mí porque mañana me voy. Y me fui a la Capital, de bataclana. Así empecé”.

A los 20 años empezó con en coros de revista. Y de allí pasó a la comedia y al drama, con obras como “La mala ley”, de Manuel Linares Rivas, “La propia estimación”, de Jacinto Benavente, “Santa María del Buen Aires”, de Enrique Larreta y “La tigra”, de Florencio Sánchez.

A fines de los 30, empezó a compartir los escenarios con figuras como Hugo del Carril, Tito Lusiardo, Pepa Arias, Angel Magaña y Santiago Arrieta.

Los primeros grandes éxitos en el cine los tuvo con las películas “Filomena Marturano”, de Luis Mottura y “Los Isleros”, de Lucas Demare.

En 1933 protagonizó “Tango”, la primera película sonora argentina, junto con Luis Sandrini, Libertad Lamarque y Pepa Arias.

Debutó en televisión en 1962 con “Tangos en mi recuerdo por orden de aparición”, y posteriormente realizó “Vivimos así”, bajo la dirección de David Stivel, programa que debió abandonar por problemas de salud.

En 1976, se incorporó al elenco de teatro Astros, en la revista que encabezaba Adolfo Stray y Thelma Tixou. Ese mismo verano participó de la temporada marplatense en un show que contaba con figuras como Mariano Mores, Los Chalchaleros y Héctor Gagliardi. Actuó en varias temporadas en Mar del Plata junto con Hugo del Carril y Enrique Dumas.

Retornó al cine de la mano de Alejandro Doria, en su película “Los miedos”, en 1980.

Siempre se preocupó por la salud de los demás y, tras una internación en el servicio de Ginecología del Hospital de Clínicas, comenzó a popularizarse por aconsejar por televisión a todas las mujeres que se hicieran el Papanicolau.

Sus amores

El actor Luis Sandrini fue el hombre que la marcó eternamente y con quien compartió diez años de su vida. A ese amor, que fue público, se comenta que le escribió el tango “Llamarada pasional”. Cuentan sus allegados que en su casa había una silla vacía que pertenecía a Sandrini y que nadie volvió a utilizar después de él.

Pero además, en 1992, Tita también se refirió públicamente a otro de sus hombres, cuando, en 1997, llamó sorpresivamente por teléfono al programa de Mirtha Legrand y le aclaró que no tenía nada contra ella y que el amor que existió entre su fallecido esposo y ella había terminado cuando Tinayre conoció a “Chiquita”.

“Se enamoró de mí, pero se casó con ella”, aclaró Tita.

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