Es una tristeza ver que día a día los silencios crecen, duele en el alma sentir que cada motor, cada máquina se vaya apagando, es como una articulación que se nos va desmembrándose. Para algunos son años en el lugar, para otros toda una vida y se nota en el brillo apagado de las miradas intentando hacer foco en algo, y el silencio perforando la mañana, tarde, noche.
Trago amargo, silencio, para beberlo solo ya que para tú familia el semblante debe ser normal.
De seguir por este camino veremos nuevamente a nuestros hijos buscar horizontes lejanos en búsqueda del progreso, en búsqueda de un derecho constitucional que es el trabajo, que es la dignidad.
Veremos nuevamente familias desarmadas como nuestros abuelos y familiares que vinieron a forjar un futuro con sacrificio para nosotros y me pregunto ¿por qué?.
Si cumplí con la responsabilidad que me correspondía .
Pero este silencio taladra hasta lo más profundo de mi alma, y duele, además para muchos la barrera de la edad te condiciona como material descartable y en muchos casos no útil.
No sé si les servirá esto que intento redactar pero anhelo que esos silencios acaben de una vez, para que todos podamos hacer de esta Argentina hermosa un lugar para todos, con DIGNIDAD,TRABAJO Y PAZ.
Si te ha gustado, compartirlo para que cada vez seamos más los que hagan ruido y alejar este silencio de nuestras vidas, para y por nuestros hijos.
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