El juicio contra Giselle Rímolo, acusada de prescribir sustancias peligrosas haciéndose pasar por médica, conducta que en un caso derivó en la muerte de una mujer, entró en su etapa decisiva cuando el fiscal pidió para ella 14 años de prisión.
La pena fue solicitada por el fiscal Oscar Ciruzzi, ante el Tribunal Oral en lo Criminal Siete (TOC 7), por tráfico de sustancias peligrosas para la salud seguido de muerte, ejercicio ilegal de la medicina y estafas reiteradas a personas que querían bajar de peso.
El fiscal también solicitó cuatro años y medio de prisión para Fabián Rímolo, uno de los hermanos de Giselle, por tráfico de sustancias peligrosas para la salud y estafas reiteradas, y cuatro años para el farmacéutico Ricardo Rodolfo Delgado, en ambos casos de cumplimiento efectivo.
Además, para las médicas Magdalena Martínez y Susana Secardini, Ciruzzi, que trabajaban con Rímolo, reclamó tres años de prisión, pero dejó supeditado al criterio del tribunal si la pena debe cumplirse o quedar en suspenso.
Los acusados “jugaron con lo económico y se aprovecharon de la ilusión (de quienes buscaban adelgazar), sin medir las consecuencias que generaban”, enfatizó Ciruzzi.
El fiscal enumeró más de 70 casos de quienes concurrieron al centro estético Sidene, de Rímolo, donde se les indicaron medicamentos que en algunos casos provocaron el efecto rebote, de aumento de peso, y a Lilian Díaz le causaron la muerte.
Díaz, de 41 años, falleció el 30 de junio de 2001 tras ingerir durante cinco meses pastillas y gotas para adelgazar indicadas por la acusada, en lo que ella definía como «centro de estética» del barrio porteño de Belgrano.
Ciruzzi remarcó que a las personas que acudía al lugar se les recetaban pastillas sin averiguar si padecían alguna enfermedad y que, ante las quejas de los clientes, se reiteraba la conveniencia de continuar con los supuestos tratamientos para adelgazar.
“Si Lilian Díaz no hubiera tomado las porquerías que le daban en Sidene no hubiera muerto”, dijo el fiscal y agregó que si bien Rímolo no quería ese resultado, no se detuvo y mantuvo el tratamiento.
Según declaró la hermana de la víctima, ya en tratamiento Díaz comenzó a tener problemas gastrointestinales y nerviosos, y se le formaron llagas en la boca.
Una vez internada, sufrió un «shock diabético», quedó ciega, entró en coma y murió a los dos días, por un «desequilibrio metabólico electrolítico», que fue atribuido a los medicamentos recetados.
Análisis de las pastillas que tomaban Díaz y otras personas indicaron que contenían diazepam, mazindol, fenoltaleína y cafeína, entre otras drogas, pese a que según los prospectos se trataba de productos naturales.
Télam
En esta causa estuvo detenido el conductor televisivo Silvio Soldán, expareja de Rímolo, quien al declarar ante el tribunal dijo que la mujer había destruido “parte de mi vida”.
El periodista Miguel “Tití” Fernández, otra de las presuntas víctimas, afirmó que para seguir el tratamiento para adelgazar “tomaba pastillas desde que me levantaba hasta que me acostaba”.
El TOC 7, presidido por Gustavo Valle e integrado por Daniel Morín y Juan Giúdice Bravo, ordenó un cuarto intermedio hasta el próximo lunes, cuando está previsto que exponga la defensa.
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