«Hace pocos años, la BBC de Londres envíó un periodista a Argentina para investigar un fenómeno único, que se daba en unos extraños árboles que había en ese país.
Los lugares recomendados para la investigación eran dos: las calle Pedro Goyena de Buenos Aires, en donde la más larga galería de esos árboles tiene cinco cuadras de longitud, además de las Avenidas Costanera Sur, Figueroa Alcorta y Melián.
La otra estaba en el Interior y era cinco o más veces más grande. Se trata de un paseo en donde la galería continua de estos ejemplares es, probablemente, dueña de un Récord Mundial que algún día se confirmará: el de ser La arboleda de tipas más larga del mundo. Tiene 3 kilómetros de largo. Es que La Cañada, así es como se la llama, corta como un tajo de verde, agua, piedra y nostalgia, toda la Ciudad de Córdoba. Este paseo se construyó porque cuando el arroyo que recorre su canal desbordó, arrasó con edificios enteros, como el de la Cárcel, en el Siglo XVII, en 1890 llegó a inundar el Centro, ahogando a 200 personas y, ya en 1939, arrasó con la mitad de los puentes.
En su construcción participaron los mejores picapedreros del mundo: los croatas. Pero el toque de magia se lo puso el Arquitecto Thays, ese paisajista que cambió el país con su locura por el verde. Fue él quien descubrió que las tipas, ese árbol del norte argentino, de la zona de las llamadas Yungas, que también crece en Brasil, Bolivia y Uruguay, podía ser trasplantado con facilidad. Y darse en Córdoba y en Buenos Aires. Se plantaron 375 ejemplares. Todos crecieron con sus copas hacia el interior del canal, para buscar el sol que le tapaban los edificios cercanos, a cuyos sextos pisos llegan a sobrepasar con facilidad.
A su sombra, personajes como La Pelada de La Cañada y otros fantasmas legendarios asustaron a muchas generaciones. Pero algo que sorprende aunque tanto no asusta, es el fenómeno único del Llanto de las Tipas: En los meses de Octubre a Diciembre, quien pasea por estas calles tan únicas, sentirá la caída de una especie de lágrimas sobre su cara y su cuerpo, produciendo cierta frescura. Es que hasta en eso es generosa esta especie vegetal. Esa frescura está dada por la caída de una sustancia similar a la espuma, producida por la Chicharrita de la Espuma, un insecto que, en el estado de ninfa, se alimenta de la savia y produce esa sustancia que se parece a copos de nieve. El Llanto de las Tipas: una maravilla más, que a veces pasa desapercibida. Tan desapercibida como el hecho de tener un probable Récord Mundial, en ese largo paraíso verde, lleno de nostalgia de amigos y de amores perdidos pero nunca olvidados.»
Del Facebook de María Cristina Sule

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