CFK y Capitanich desconfían del ministro del Interior y su estrategia electoral.
por Gino Viglianco
Cristina Fernández y Jorge Capitanich terminaron de entender la estrategia política de Florencio Randazzo. Asumieron que el ministro del Interior acumulará imagen positiva con las obras públicas que anuncia CFK y que tomará distancia del gobierno en asuntos complejos y desgastantes como la seguridad nacional. Randazzo aparecía en los planes oficiales que apuntaban a encontrar un candidato presidencial para CFK, pero su constante zigzageo irritó a Cristina, Máximo y Capitanich. En Balcarce 50 piensan que Randazzo usa las inauguraciones para crecer en la opinión pública y que ya prepara las valijas para cruzar junto a Sergio Massa.
Esta mañana, Randazzo dio un salto en su campaña que lo aleja del kirchnerismo y lo acerca a Massa. Desfiló por las radios matutinas de mayor rating –radio 10, Del Plata, Vorterix, La Red- y habló acerca de la inseguridad y el narcotráfico, problemas que no competen a su cartera. También se diferenció del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich y de Cristina Fernández.
«Objetivamente, existen problemas de inseguridad», aseguró Randazzo, distanciándose de la postura oficial. El ministro de Transporte conoce las estadísticas que sostienen que la falta de seguridad es el principal problema que preocupa a los argentinos y sabe que para ser presidente debe tomar los reclamos y presentarlos en su discurso como una preocupación. Sin embargo, en la Rosada no gustaron las declaraciones del ministro, al que no le tienen confianza por su acercamiento con Massa.
Cristina tiene que elegir a un candidato oficial. El dilema es que sus funcionarios de confianza no son bien tenidos en cuenta por los electores en las encuestas. En un principio, la presidenta eligió como su sucesor al Secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, a quien conoce desde la década del ochenta. Sin embargo, Zannini no midió bien en las encuestas. Su poca exposición mediática y su falta de intervención en los actos públicos hicieron que el Secretario sea un completo desconocido para la gran mayoría de los electores.
A Zannini no se le conocía la voz en actos oficiales hasta que participó del debate por Repsol en el Senado. En menos de un mes dio tres discursos que lo hicieron remontar en las encuestas y hasta lloró en la defensa del acuerdo con Repsol, sin embargo su imagen en las encuestas no puede sostener una campaña presidencial.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, era otro de los presidenciables. El titular del Palacio de Hacienda cuenta con la confianza de Cristina que lo envió a negociar el pago de la deuda a París y aceptó que allegados de su entorno ocupen cargos importantes dentro de la Secretaría de Comercio que estaba en manos de Guillermo Moreno. Sin embargo, el enfrentamiento constante que el ministro tiene con los medios no son bien recibidos por el electorado según muestran las encuestas.
El gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, es el preferido de La Cámpora. El diputado Andrés «Cuervo» Larroque se mostró cerca del gobernador y se tuvo una amena charla frente a los periodistas en la entrada del Congreso, el día en que Cristina daba el discurso de apertura del año parlamentario. Urribarri se lanzó a presidente y disparó contra Scioli. «Daniel va por otro camino», aseguró. Sin embargo Urribarri queda detrás de Randazzo en las encuestas.
Randazzo tiene exposición mediática, que lo ayuda en las encuestas. El ministro apuesta a inaugurar estaciones y mejorar los trenes para que el lectorado lo tenga en cuenta en 2015. En los últimos días, se mostró más agresivo en su estrategia. Criticó a Capitanich, aseguró que la inseguridad es un problema y reconoció algunos errores del gobierno nacional.
El ministro prepara las valijas. Sueña con una candidatura y marcar una diferencia con el kirchnerismo. Afuera lo espera Massa, adentró su figura ya es resistida por CFK y la Cámpora. El reloj empezó a correr.
por Gino Viglianco
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