Jesús Vidal subió emocionado a recibir su premio, pero bajó con el corazón henchido del amor que recibió por parte de los presentes, que aplaudieron y derramaron lágrimas de alegría inmensa al escuchar sus palabras sobre la importancia de la visibilidad y la diversidad.

Vidal habló emocionado, con la voz temblorosa, e indicó: “Señores de la Academia, han distinguido a un actor con discapacidad, no saben lo que han hecho. Ahora solo se me ocurren tres palabras: inclusión, diversidad y visibilidad. ¡Qué emoción siento!”. La película que se centra en las ganas de vivir y el dar importancia a las cosas que realmente la tienen, habla sobre la discapacidad (visual en su caso) y la lucha diaria, permitiéndole una visibilidad única.

Vidal no solo habló de sus compañeros, remarcando que “sin vuestra frescura, sin vuestra espontaneidad, vuestro talento, esto no habría sido posible”, sino que también hizo referencia a Javier Fesser, director de la película, a quien agradeció: “Por hacerme mejor persona y actor”.

Antes de retirarse, el actor retomó una de las frases más fuertes de la película: “yo no querría un hijo como vosotros”, la cual reversionó y generó el llanto de muchos de los presentes dirigiéndose a sus propios padres: “A mí me gustaría tener un hijo como yo, por tener unos padres como vosotros”.

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