La generalmente tranquila rutina de la productora de aceite comestible Germaíz se vio alterada ayer ante la presencia, a las puertas de la planta fabril, de numerosos manifestantes que con bombos, banderas y los tradicionales neumáticos en desuso amontonados frente al ingreso principal, protestaban sonoramente.
El Diario estuvo presente en el lugar y mantuvo un diálogo con Adrián Dávalos, secretario general del gremio de aceiteros de Rosario, quien refirió los motivos del conflicto y la razón de la protesta.
Hace pocas horas en la planta de Germaíz se produjo el despido de un operario y ese despido, de acuerdo al testimonio del dirigente, fue sin causa justificada. Ante esa medida y el temor de que continúen otras similares y comiencen las suspensiones, la asamblea de trabajadores de la planta decidió declarar la huelga con abandono de los puestos de trabajo y el impedimento de ingreso de camiones a planta.
Dávalos dijo que ya habían denunciado el conflicto ante las autoridades de ministerio de Trabajo y que ya estaba siendo tratado por los abogados del sindicato y representantes de la empresa en el más alto nivel. También aseguró que la huelga es por tiempo indeterminado, ya que para que sea levantado el paro es requisito indispensable e irrenunciable la reincorporación del trabajador despedido.
El Diario le hizo notar la ausencia del gremialista local Dutra, aclarando Dávalos que el sindicalista se encuentra con parte de enfermo.
Además de los trabajadores locales había en el lugar otros que, acompañando a Dávalos, llegaron desde Rosario con la intención de permanecer a las puertas de la planta durante todo el tiempo que fuera necesario hasta lograr que el operario despedido vuelva a su trabajo en la empresa.
El Diario de Baradero
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