Después de que Romina Yan murió, Gustavo Yankelevich contó que su hija se le había aparecido en un sueño. Y ahora, a varios años de eso, confesó que siguió recibiendo señales.
«Me desvelaba a la noche y prendía la radio sin prender la luz para ver si podía agarrar el sueño. Una noche escuché un tema a las cinco de la mañana, reconocí que era Patricia Sosa y sentí que Romina me estaba hablando. Prendí la luz, lo escribí y al otro día me fui por las disquerías a buscarlo. No sabía cómo se llamaba el tema hasta que lo encontré, el tema se llama ‘Hasta donde Dios me quiera llevar’. Ahí dije hay un señal»,confió en el programa radial El Exprimidor.
Y luego agregó: «No fue la única vez que me pasó algo así. Una vez estaba en el auto con Rosella, mi mujer, e iba haciendo zapping con la radio y mi mano no paraba. En la memoria del auto la primera radio que tengo es Continental. Puse y en ese momento arrancó un tema. Me quedé escuchándolo y sentí que era Romina que me estaba hablando. La miré a mi mujer y estaba llorando, me dijo ‘Romina, Romina’. Le escribí al director de la radio y le dije que necesitaba saber de quién era esa canción. Me contestó que no pasaban música, que seguro me había confundido, pero igual me prometió hablar con el musicalizador. A las dos horas me dijo que el único tema que habían pasado ese día fue ‘Si me Voy Antes que Vos’, de Jaime Roos«.
Tras ese episodio, no tuvo más señales de Romina por dos meses hasta que le tocó nuevamente vivir una experiencia que le recordó a su hija. «Un día le hablé muy seriamente y le dije ‘oíme, ¿no te das cuenta que estoy hecho mierda?, me tenés que ayudar, quiero una señal, no algo que yo crea que es tuya, quiero una señal de verdad’. Ese día me iba a Brasil con mi socio, estábamos en Ezeiza y pasé por migraciones. Cuando pasé, la mujer me miró antes que le dé el documento, me dijo ‘Inolvidable Romina, en casa la amamos’. Le di mi documento y me fui. Estaba en shock, le había pedido a las 9 de la mañana que me diera una señal», comenzó relatando esa señal.
«Pasaron 15 días, me fui a Estados Unidos con mi mujer. Pasé a una cabina y me encontré con la misma, no me dijo nada. Eso me demostraba que no era una cholula, que era una señal. Yo le dije ‘señora, hace 15 días pasé por acá y la vi’. Ella me repitió ‘inolvidable Romina’. Le dije que había sido la mensajera de mi hija», añadió.
Y luego confió otro suceso que tenía que ver con esa frase de «inolvidable Romina». Se cumplía otro aniversario de la muerte de Romina y Gustavo abrió su computadora. «Leí que un diario recordaba a mi hija. El título era ‘Inolvidable Romina’. Llamé a la periodista para agradecerle y ella me contó que tres días antes había pensado en titular la nota con ‘eternamente Romina’, pero que cuando la fue a entregar le cambió el título por ‘inolvidable'», finalizó Gustavo.
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