
Ubicada a solo 35 minutos de Reikiavik, la granja Vaxa está llevando la agricultura a un nuevo nivel al cultivar microalgas como Nannochloropsis y Arthrospira, conocidas por su alto valor nutricional y sus aplicaciones en la industria alimentaria y acuícola. Estas microalgas se utilizan tanto como suplemento dietético para humanos como pienso para peces y camarones.
Las microalgas tienen una capacidad única para realizar fotosíntesis, absorbiendo dióxido de carbono (CO2) y liberando oxígeno. Como explica Haflidason, uno de los responsables de Vaxa, «las algas comen CO2 o lo convierten en biomasa», lo que significa que su producción es carbono negativa, ayudando a reducir la huella de carbono y combatiendo el cambio climático.
Además, Arthrospira, cuando se seca, se convierte en espirulina, un superalimento popular por sus beneficios para la salud, usado también como colorante natural en productos alimenticios. Vaxa demuestra cómo la tecnología y la sostenibilidad pueden ir de la mano, utilizando los recursos naturales de Islandia de manera innovadora para producir alimentos nutritivos de forma respetuosa con el medio ambiente.
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