En la tarde del viernes y el sábado las catequistas del Ateneo Parroquial se disponían a llegarse a cada uno de los domicilios de los niños que asisten a los distintos niveles de Catequesis, con el previo permiso de los padres y cumpliendo con las medidas dispuestas, codito, codito y barbijo de por medio, los más chicos se sorprendían al ver a las catequistas que se acercaban a dejarle un pequeño presente.

Lindo fue volver a ver a la seño como las llaman ellos, ya que muchos de los papás mantuvieron el secreto para que la visita sea una sorpresa, y vaya que dio resultado, nada se compara con verle las caritas y en muchos de los casos conteniéndose de no darle un beso y un abrazo a la seño, coincidiendo en la mayoría de ellos el que extraña no concurrir cada viernes merendar juntos y compartir los encuentros de Catequesis con sus compañeros.

Este año todo es distinto y este domingo las Familias festejaran también de forma diferente, pero nada hará opacar la sonrisa de los pequeños.

#NosQuedamosEnCasa

Nota: Daniel Pérez

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