El gobierno nacional, representado por el controvertido secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, pidió a la Justicia la intervención de Papel Prensa y denunció a directores de la empresa por supuestas irregularidades en el funcionamiento en el directorio. Este pedido de Moreno se inscribe dentro de la campaña desarrollada por el Gobierno tendiente a la intervención de la compañía con el objeto de manejar el abastecimiento de papel de diarios. El escrito que difundió la agencia Télam solicita como medidas cautelares «la nulidad de todas las reuniones del directorio celebradas a partir del día 4 de noviembre de 2009, oportunidad en que se celebraron dos reuniones de ese órgano, cuya declaración de nulidad también se requiere». Moreno efectuó este pedido, a pesar de que Papel Prensa ya tiene un interventor veedor designado por la justicia penal a pedido de la misma empresa en la causa iniciada contra el secretario de Comercio.
La historia de las presiones y ataques. En una reunión realizada hace cinco meses en las oficinas de Moreno, el secretario de Comercio Interior adelantó que el Gobierno se proponía hacer todo lo necesario para bajarle el valor a la empresa o expropiarla. De esta forma, Moreno y el Gobierno buscarían cerrar un círculo: no sólo pretenden dominar los medios audiovisuales, sino también la prensa gráfica. El tono y las implicancias de la reunión alarmaron a los funcionarios presentes, entre ellos, los directores por el Estado en Papel Prensa, y algunos incluso presentaron una denuncia en la Justicia.
Moreno siguió con los ataques contra Papel Prensa: nombró como directora en la empresa a Beatriz Paglieri, tristemente célebre por haber sido su brazo ejecutor en el Indec, cambió a los titulares de la Sindicatura General de la Nación y de la Comisión Nacional de Valores -dos organismos con incidencia colateral sobre esa compañía- y, tras advertir que la firma cotiza en bolsa, le pidió información que la entidad, según las leyes, sólo está autorizada a dar a las empresas cotizantes.
Asimismo pretendió, a través de una resolución, forzar a la empresa a vender el papel a todos los clientes al mismo precio, sin tener en cuenta los volúmenes de compra, criterio que sí tienen en cuenta todas las firmas para comercializar sus productos, buscando producir un fuerte perjuicio económico a Papel Prensa. Sin embargo, la resolución fue suspendida días atrás por una medida cautelar otorgada por la Justicia a favor de la empresa.
Fuente La Nación
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