La final del Mundial Rusia 2018 que disputarán mañana Francia y Croacia llega cargada de la intensidad y las expectativas que inevitablemente genera algo que sucede solo una vez cada cuatro años. Si los franceses niegan que se trate de una revancha de la derrota en la Eurocopa, los croatas no quieren hablar de la guerra que tantos de ellos conocieron de chicos. Eso sí, el técnico croata no le huye a la grandilocuencia: si su selección gana, en el país «habrá un sismo», dijo hoy.

«Es un privilegio jugar un partido así. No hay nada más lindo ni más fuerte para un jugador de fútbol», dijo Didier Deschamps, el técnico que, como capitán de Francia hace 20 años, alzó el trofeo en el Stade de France. «Es diferente vivirlo como jugador qué como entrenador. Un jugador es un actor y un entrenador es un director. Yo puedo indicarles cosas, pero ellos son los que juegan. Psicológicamente es diferente también», explicó.

Su homólogo croata, Zlatko Dalic, no se guardó nada: «Es el momento más grande de la vida de todos nosotros. Más allá de las Champions y todo, este es el partido más grande. Estamos listos para dar todo lo que tenemos y reconocer la derrota con dignidad si sucede. Queremos representar con dignidad a nuestro país».

Si ganamos, habrá un sismo

Zlatko Dalic, DT de Croacia

Mientras Francia busca su segundo título y jugará su tercera final mundialista en 20 años, Croacia está por primera vez en la definición. Esos antecedentes, tan diferentes, marcan a los finalistas. Francia tiene, además, el recuerdo bien fresco de la final de la Eurocopa que perdió dos años atrás en París ante el Portugal de Cristiano Ronaldo.

«Esto es diferente», argumentó Deschamps. «Teníamos una experiencia más limitada. Solamente quedaron nueve jugadores de ese equipo. Ahora estamos más preparados».

Ríe Deschamps: Francia espera la final del Mundial con confianza
Ríe Deschamps: Francia espera la final del Mundial con confianza Fuente: AFP

Algo de eso dio a entender Hugo Lloris, el arquero francés, decisivo también para que su equipo esté en la definición. «Hay que darle el crédito al entrenador. Tuvimos muy buenas estrategias contra diferentes rivales. Y tuvimos, además, jugadores muy buenos que saben encontrar soluciones».

La posibilidad de una Francia bicampeona está entusiasmando a sus hinchas, que colmaron los Campos Elíseos durante la victoria de semifinales ante Bélgica, tercera hoy al vencer 2-0 a Inglaterra. Lloris es bien consciente de que sus compatriotas no esperan otra cosa que la victoria: «Vemos las imágenes de cómo la gente celebra, sabemos qué pasa en Francia. Pero ahora estamos en nuestra propia burbuja y tenemos que mantener el foco en la final».

Luka Modric, la gran figura croata, buscó moderación en lo previo. «¨Para nosotros no hay euforia, hay satisfacción por lo que estamos haciendo». El mediocampista del Real Madrid evitó hoy entrar en detalles sobre cómo vivió la Guerra de Yugoslavia cuando era un chico, pero destacó que Croacia se hizo una nación más fuerte gracias a ese conflicto bélico.

Modric se ríe con Dalic, el entrenador: Croacia, en la antesala de la final del Mundial
Modric se ríe con Dalic, el entrenador: Croacia, en la antesala de la final del Mundial Fuente: AP

«No me gusta volver a esas cosas, todo eso es pasado. Pero por supuesto que una Guerra tiene una influencia. Ha hecho de Croacia un país más fuerte. Pero no quiero debatir del pasado, tenemos que mirar al futuro», añadió el capitán de la selección croata.

Croacia nació como país en 1991 tras la desaparición de Yugoslavia y en los cuatro años siguientes estuvo en guerra contra Serbia. El conflicto dejó miles de muertos y centenares de miles de desplazados. Muchos de los futbolistas que jugarán mañana la final del Mundial vivieron en primera persona el conflicto.

Sabemos qué pasa en Francia. Pero ahora estamos en nuestra propia burbuja y tenemos que mantener el foco en la final.

Hugo Lloris, arquero de Francia

Con solo ocho campeones en 21 ediciones, el Mundial es un club muy exclusivo que acumula ya 88 años de historia desde la primera edición, en 1930. Si Croacia se sumara como noveno campeón y el segundo país más chico en ganar el torneo, las consecuencias en el Estado balcánico serían inmensas. La final se juega en el histórico estadio Luzhniki de Moscú desde las 18 (hora local 12 de Buenos Aires).

«Solo pude ver una pequeña parte de lo que está sucediendo en Croacia», dijo Dalic. «No podemos estar más orgullosos de lo que estamos dando a pesar de los problemas en el país. Ganemos o perdamos, mañana habrá un sismo en Croacia», apuntó el técnico, que le pidió «sinceridad» a sus jugadores tras la enorme exigencia física que le demandó a la selección jugar tres alargues de 30 minutos consecutivos.

«Les pedí que me digan cómo están», dijo Dalic consciente de que su selección jugó 90 minutos más -un partido entero- y tuvo un día menos de descanso que Francia, que parte como favorita.

Lloris, el arquero de Francia, en la antesala de la final del Mundial
Lloris, el arquero de Francia, en la antesala de la final del Mundial Fuente: AP


 

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