La piloto estadounidense de autos Jessi Combs, considerada «la mujer más rápida en cuatro ruedas» tras haber establecido un récord de 640 km/h en 2013, murió en un accidente al intentar batir ese registro, informó este miércoles la policía.

En el momento del siniestro el vehículo iba a 800 kilómetros por hora, según explicó el sheriff del Condado de Harney a la revista People.

Los servicios de emergencia fueron informados el martes que un vehículo equipado con un motor a reacción se había estrellado en el desierto de Alvord al intentar batir un récord.

«Jessi Combs estaba muerta. Las causas del siniestro son desconocidas y son actualmente objeto de investigación», dice el comunicado de la policía.

La mujer, que participaba igualmente en varios programas de televisión en Estados Unidos, había decidido retomar en 2018 la conducción de su auto a reacción para mejorar sus resultados.

Según sitios especializados en 2013 había superado los 680 km/h, pero su intento no había podido ser validado oficialmente en razón de un problema mecánico.

Combs se había fijado como objetivo superar la marca de la «mujer más rápida del mundo», en poder de la estadounidense Kitty O’Neil desde que en el mismo desierto de Alvord superó, en 1976, los 825 km/h a bordo de un vehículo de tres ruedas.

 

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