El juego clandestino online es un problema que está creciendo a un ritmo alarmante, y en contextos de crisis económica como el actual, muchas personas caen en la trampa. Ante la desesperación, algunos recurren a vender plataformas ilegales de juegos online por un porcentaje de las ganancias, lo que agrava aún más la situación, tanto para quienes juegan como para quienes promueven estas actividades.

Este tipo de actividad ilegal genera múltiples conflictos, desde la falta de pagos hasta el endeudamiento extremo. Las personas que caen en estas redes pueden ver su situación económica empeorar rápidamente, mientras que el impacto en la comunidad también se profundiza. En Baradero, es urgente la intervención de las autoridades para frenar la expansión de este flagelo. De no hacerlo, las consecuencias sociales y económicas serán cada vez más graves, afectando a una gran parte de la población. Es dificil reconstruir credibilidad desde el estado si no se actúa con celeridad sobre situaciones tan visibles y de fácil acceso para la justicia para llegar a quienes organizan el delito.

Es crucial que se implementen medidas preventivas y correctivas  para frenar este tipo de actividades antes de que se conviertan en una crisis aún mayor.

La ludopatía o juego patológico es una enfermedad
emocional reconocida por la Organización Mundial de la
Salud (OMS) que impacta en diversos aspectos de la vida
personal, familiar, laboral, social y económica, de quien
la padece. Se ve afectada su capacidad de autocontrol y
le resulta difícil decir “No”, siendo incapaz de aplazar el
impulso o deseo por jugar.
Las personas con problemas de juego son cuatro veces
más propensas a sufrir situaciones de abuso de alcohol,
tabaco y otras sustancias en comparación a las personas
que no padecen esos inconvenientes con el juego.
Además, los niños con padres/madres que son jugadores
compulsivos y/o problemáticos tienen hasta 10 veces
más probabilidades de convertirse ellos mismos en
jugadores con problemas respecto a los niños con
padres/madres que no participan en juegos de azar.
La proliferación de plataformas de apuestas online
constituyen un factor de riesgo adicional, especialmente
para adolescentes y jóvenes adultos.
DISTINTOS TIPOS DE JUGADORES
1. Jugador social
Juega ocasional o regularmente. Lo hace por
entretenimiento, satisfacción o en el marco de una
interacción social, por ocio o placer. Pero tiene un control
total sobre esa conducta y puede abandonarla o dejar de
emitirla cuando lo desea.
2. Jugador profesional
El juego forma parte de su vida como una profesión.
Participa en juegos donde es importante la habilidad.
Apuesta tras realizar un cálculo ponderado y no llevado
por la pasión.
3. Jugador problemático
Lleva a cabo una conducta de juego frecuente o diaria,
con un gasto habitual de dinero que en alguna ocasión,
por excesivo, le acarrea problemas. Pero no llega a la
gravedad del jugador patológico. Tiene menos control
sobre sus impulsos que el jugador social y el aumento en
la regularidad del juego le exige gastar más y con mayor tiempo de dedicación, aunque suele atender
regularmente a su familia y trabajo, llevando una vida
normal. Tiene alto riesgo de convertirse en jugador
patológico.
4. Jugador patológico o compulsivo
Se caracteriza por una dependencia emocional del juego
y presenta una pérdida de control con respecto a éste, lo
que le genera una interferencia con el funcionamiento
normal de su vida cotidiana.
¿CUÁNDO DEJA DE SER UN JUEGO?
• Si no podés controlar la necesidad de jugar.
• Te irritás y estás intranquilo cuando no podés jugar.
• Gastás/perdés dinero apostando constantemente
e intentás recuperarlo en la jugada siguiente.
• Apostás cada vez más cantidad de dinero para
sentir excitación.
• Intentás conseguir dinero de cualquier manera para
poder seguir apostando.
• Perdés el trabajo, relaciones, oportunidades en el
estudio debido al juego.
• Mentís sobre la cantidad de tiempo o dinero apostado
o gastado en el juego.
• Fracasás repetidamente en los esfuerzos para controlar,
interrumpir o detener el juego.
• Necesitás pedir dinero prestado debido a las pérdidas
ocasionadas por el juego y/o las apuestas.
• Pasás mucho tiempo pensando en el juego: recordás
experiencias pasadas o formas de conseguir más dinero
con que jugar.
Autotest
¿TENGO PROBLEMAS CON EL JUEGO?
1. ¿Creés que tenés o tuviste problemas con el juego?
2. Cuando jugas, ¿lo hacés con mucha frecuencia?
3. ¿Alguna vez jugaste/apostaste hasta llegar
a perderlo todo?
4. ¿Has hecho esfuerzos repetidos para controlar,
reducir o abandonar el juego, siempre sin éxito ?
5. Después de perder dinero en las apuestas,
¿volvés en otro momento/día para intentar ganar
(“recuperar” las pérdidas)?
6. ¿Ocultaste alguna vez a tu entorno cercano (pareja,
amigos, familia, etc.) que realizaste apuestas
u obtuviste dinero con el juego?
7. ¿Pusiste en peligro o perdiste una relación importante
(familiar, amistades, pareja, etc.), un empleo o una
carrera académica o profesional a causa del juego?
8. ¿Alguna vez perdiste tiempo en el trabajo
(o la escuela) debido a las apuestas o juegos de azar?
9. ¿Pediste, en alguna ocasión, un préstamo de dinero
para apostar y luego no pudiste devolverlo?
10. ¿Mentís para ocultar tu grado de implicación
en el juego?
Si contestás afirmativamente de 1 a 4 preguntas, podrías
tener problemas con el juego. Si contestás de 5 a 10
preguntas afirmativamente, tenés problema con el juego.
En ambos casos, es necesario que consultes con un
profesional.

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