El Festival de Música Popular Argentina de Baradero nació en el año 1965, época muy distinta a la que hoy vivimos. Cosquín había hecho punta con el hoy emblemático de folklore y luego en La Falda, tuvo lugar el de tango. Sabido es que el de Baradero juntó ambas expresiones populares y realizó el de tango y folklore que aún perdura. La idea de los jóvenes entusiastas de la comisión organizadora era promocionar la localidad, pero también ponían el ojo en la calidad artística. El festival se hacía porque la realidad de entonces era propicia para ello, pero también se cuidaba el aspecto esencial de la convocatoria. Fruto de ello resultó el tercero, realizado del 18 al 26 de febrero de 1967 y al que hoy podemos calificar, sin ninguna duda, del más importante festival de música popular argentina realizado no solamente en Baradero sino en todo el país. No haremos una enumeración taxativa de los que subieron durante esas nueve noches al escenario de la Plaza Colón, bastaría decir que no faltó nadie y estaríamos en la cierto.
Durante las jornadas de ese febrero, un simposio presidido por Andrés Chazarreta finalizó sus deliberaciones asegurando que el tango pertenecía al género folklórico, ciudadano sí, pero también folklore. Sería muy largo para las pretensiones de esta nota, historiar lo que vino luego, pero quede claro el nuestro fue siempre un festival distinto, sea porque se lo convocaba a Guarany cuando el cantor figuraba en alguna lista de indeseables repartida por la dictadura de Onganía o que Hugo Díaz, casi un desconocido entonces, tuviera un lugar entre los consagrados.
Estos recuerdos sirven de base para repensar qué festival tenemos hoy cuando nos encontramos con una lista de nombres que contiene los clásicos como Soledad, Chaqueño Palavecino y demás, los que no deben estar ausentes porque también hay que pensar en recaudar y las figuras convocantes tiene su peso. En cuanto al tango también se ha llamado a intérpretes destacados como José Colángelo y la orquesta El Arranque, falta conocer los demás. Lo que no ha quedado claro aún es, precisamente, quienes acompañarán a las llamadas «figuras» y de eso pretendemos opinar.
La presencia de María Teresa Difalco entre quienes decidían la programación, durante años constituyó una garantía de que en el festival habría artistas que no están en los medios de difusión con la continuidad de los otros, pero que tenían méritos de sobra como para estar en Baradero. Siguiendo ese criterio se llegó a lo que los presentadores locales, Oscar Righini y Claudio Santella, hablaran de festival «alternativo» refiriéndose al nuestro. Sin esa última característica no hubiera sido posible ver sobre el escenario a Ariel Prat y quizás nunca llegara a estos pagos la orquesta «El Arranque», la misma que ahora realza la programación luego de ser aplaudida y ovacionada de pie por el público y consagrarse revelación del festival. No se entienda que estamos haciendo la defensa de Difalco a ultranza sino de sus funciones ya que las personas, en estas cosas van y vienen, pero no se advierte que exista alguien que la reemplace porque no basta con voluntad y trabajo, sino que se necesita además tener conocimientos del medio artístico, cualidad que no se advierte y que preocupa hasta ahora cuando todavía no se conoce la programación completa y al detalle. Hecha esta salvedad, otra vez parece escasa la presencia del tango y queremos detenernos particularmente en este punto. Nuestro festival, ya se ha dicho, es de folklore y de tango; de tango y de folklore y asistimos desde hace tiempo a una fuerte presencia de folkloristas en desmedro de los intérpretes del tango. Una primera mirada indicaría que el folklore cuenta con mayores adeptos, lo que puede ser verdad, pero la experiencia ha demostrado que cada vez que el tango se presentó en el festival con la jerarquía adecuada terminó, invariablemente, siendo exitoso. Mariano Mores, El Arranque, Oscar Mollo, La Chicana (gran ausente desde hace años) pueden dar testimonio de tal cosa.
Este comentario, que ya cerramos, no tiene por objeto más que contribuir a que el festival de Baradero continúe siendo señero en lo artístico como lo ha sido y lo es en otras cosas, que lo de alternativo continúe siendo verdad y que no sea uno más entre los que adocenados, se ofrecen hoy a lo largo y ancho de nuestra vasta y hermosa geografía y lograrlo está nada más que en nuestras manos.
Gabriel Moretti
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