El artista sampedrino fue sancionado pero el Tribunal Federal resolvió que permanezca en libertad. Estaba acusado de integrar una banda que comercializaba droga en distintos países.
En el Tribunal Federal Oral Nº 2 de Rosario culminó el juicio contra una banda liderada por ciudadanos colombianos y argentinos, quienes estaban acusados de comercializar estupefacientes en distintas partes del mundo.
Entre los imputados estuvo al artista sampedrino Javier Kukato García, quien finalmente fue condenado a seis años de prisión aunque no se ordenó la detención suya.
Según explica el diario La Capital, La causa comenzó con la detención del propio Kukato, acusado de vender pequeñas cantidades de droga al menudeo, contra quien la fiscal Adriana Saccone había solicitado seis años de prisión. Esa imputación fue cuestionada por la defensa quien recordó que durante cuatro años a su cliente lo escucharon sin que surgiera ninguna prueba de campo de delito: ni un video, ni una foto, ni un allanamiento donde se encontrara droga o en el que alguien lo señalara como vendedor. A tal punto fue inexistente la evidencia que el propio fiscal que instruía el caso, Juan Murray, le advirtió al juez de instrucción que no podían seguir con esas intervenciones, porque no había evidencia de comercio de estupefacientes. «Y no obstante eso el juez siguió adelante», dijo la defensa.
El abogado Ríos contó la historia de la detención de Kukato durante 56 minutos de película. Distintos actores del juicio admitieron que había que hacer memoria para recordar un alegato de tanto lucimiento. «No quiero ni por lejos victimizar a mi cliente. El señor es un adulto que con honestidad brutal nos ha hablado de su adicción a la droga. No es que los dioses se conjuraron para que este hombre la esté pasando mal. Pero el hecho de que haya tomado decisiones de las que es responsable no lo hace un delincuente».
Esa fue la entrada para indicar que Kukato había caído por una denuncia anónima que decía que vendía droga en su casa de San Pedro o en un bar llamado La Toscana. «Se comisionó a un policía que sacó un par de fotos. Vieron pasar un niño que conversó con él. En otra oportunidad llegó otra persona en auto que lo saludó. Luego llegó un auto y se ve un pasamano. A partir de ahí se ordenó una intervención telefónica. No se obtuvo nada pero en mayo de 2005 un juez pidió informes. En la foja 117 un señor llamado Paniza dice que varias veces fue a lo de Kukato y que nunca pudo advertir movimientos relacionados a venta de estupefacientes. Señores jueces: esto es lo que había en setiembre de 2006 en la causa: una intervención que no sabemos a dónde fue a parar y policías que dicen no haber observado a Kukato actividad compatible con la venta de drogas».
Lo que reconocía el abogado Ríos es que Kukato consumía y le conseguía mínimas cantidades de droga a su círculo de amigos y no que vendía. «Pero tuvo 1.145 días el teléfono intervenido y no hay ni un solo acto procesal dirigido a probar lo que se quería probar». El defensor señaló que era cierto que tenía contacto con Marcelo Biradelli —otro de los juzgados por vender cocaína— hablando de drogas. «Kukato admitió que con Biradelli no hablaba de otra cosa. ¡Que lo volvía loco! Pero si queríamos probar que eso era comercialización de estupefacientes debíamos ponerle contenido a las escuchas. No le secuestraron droga, ni elementos de corte, ni una balanza, ni una libreta que indique actividad comercial. Señores: lo único cierto es que en la foja 558 el fiscal planteó un recurso contra las escuchas porque en dos años no se encontró delito», explica el diario La Capital de Rosario.
Todos los imputados fueron condenados a seis años de prisión. Matías Gómez, Cristian Serra, Juan Quispe, Sulán Ortega, Diego López Echavarría, Luis Avelino Esquivel u Oscar Rey Patiño (no se ha podido comprobarse su verdadera identidad) y Argemiro Sierra Pastrana, deberán cumplir la pena alojados en una Unidad Penal. En el caso de Javier «Kukato» García y Axel Manderioli, permanecerán en libertad.
Por: San Pedro Informa
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