Todo fue increíble. Juan Carlos Calabró había invitado al presidente de APTRA, el periodista Carlos Sciacaluga, el viernes a la noche para ver a su hija, Iliana, en su unipersonal en La Casona, “Mi hijo, mi mamá y mi cocina” en Corrientes al 1900.
Quiso el destino que Sciacaluga llegara con su auto y atropellara al gran humorista en la puerta del estacionamiento sin darse cuenta y le provocara algunas lesiones en el brazo y rodilla izquierda. No fue nada grave, algunas contusiones que obligaron a Calabró a permanecer en cama ayer y acercarse hoy al Sanatorio de la Trinidad, donde lo atendió el doctor Drueto, para hacerse algunos chequeos que dieron resultados tranquilizadores. No hubo fracturas, pero si dolor y reposo por varios días, con brazo en cabestrillo.
Por suerte, sólo un susto. Coca estaba en la puerta del teatro y no podía creer lo que pasó en esa noche de lluvia.
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