La central obrera dirigida por Pablo Micheli convocó a votar autoridades el próximo 29 de mayo, pero la cartera laboral declaró la nulidad del llamamiento por considerar ilegítima su conducción. Denuncian intromisión del Gobierno
El Ministerio de Trabajo de la Nación declaró ayer la nulidad del llamado a elecciones generales realizado por la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) opositora, hoy dirigida por Pablo Micheli, convocadas para el día 29 de mayo de 2014″.
En la resolución, la cartera laboral consideró que esa facción y su conducción ya fue deslegitimada por la justicia en dictámenes anteriores, por lo que desconoció «la validez de la convocatoria y de la eventual realización de elecciones generales». Para la cartera que dirige Carlos Tomada, en el sector de Michelli «no se encuentran legitimados para convocar `per se` a elecciones».
El propio Micheli anticipó que desconocerá la resolución de Trabajo, y denunció al gobierno nacional por entrometerse en asuntos gremiales. «A la elección la vamos a hacer igual. Y además vamos a hacer una denuncia en la Organización Internacional del Trabajo por intromisión en la actividad sindical», señaló el dirigente al diario Clarín. Y convocó a una conferencia de prensa para mañana a las 17 en su sede de la calle Lima 609.
La división de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), nacida de una ruptura de la CGT en los comienzos del menemismo, no es nueva. La pelea que separó las aguas comenzó a fines de 2010, cuando la disputa electoral por su conducción dividió las aguas: de un lado quedaron los oficialistas, representados en Hugo Yasky. Del otro, los opositores, con Pablo Micheli a la cabeza -hoy cercano a Hugo Moyano- y una minoría de izquierda trotskista.
En las elecciones de ese año se impuso el antikirchnerista Micheli, pero fueron anuladas por irregularidades en diez provincias. Tres meses después hubo comicios complementarios, pero la Justicia volvió a anularlos al considerar que hubo más anomalías. Finalmente, decidió prorrogar el mandato de Yasky hasta que se resolviera definitivamente el conflicto. Pablo Micheli, sin embargo, se proclamó como nuevo secretario general en reemplazo de Yasky, quien desconoció la derrota en las urnas amparándose en la invalidez declarada judicialmente.
El el 18 de octubre de 2011, la Justicia resolvió en favor de Yasky, al declarar la nulidad de las elecciones regulares y complementarias realizadas el año anterior, y por ende, la autoridad de Michelli al frente de la central obrera.
En el dictámen de ayer, Trabajo recordó que las elecciones complementarias que se realizaron el día 9 de diciembre de 2010 «fueron nulificadas por la Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo». Por lo tanto, «no teniendo validez las elecciones por las cuales se lo inviste al señor Micheli como secretario general es de imposible cumplimiento y se encuentra viciada una resolución -la de 2011- que ratificaría una elección nula».
Y agregó que «si los impugnados querían se normalizara la institución sindical, debieron atender a las normas de derecho colectivo y a la vía interna respectiva con el objeto de que las autoridades cumplan, si fuere el caso, con la normalización y llamado a elecciones complementarias».
El ministerio sostuvo que «la legitimación de los impugnados para llamar a elecciones es imposible de sostener, puesto que deviene de lo que podríamos denominar el fruto del `árbol venenoso`».
Anulada o no, Micheli mantiene firme la decisión de llevar adelante la votación, en la que buscará mantenerse al frente de la CTA opositora por otros cuatro años. Su «lista 1» se enfrentará a otras dos de izquierda, una por el Partido Obrero y otra por el Nuevo MAS.
Infobae
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